Fénix 8, 395-418
ntroduccion a la bib iografia peruana por ALBERTO TAURO Desconcertados por la aspereza del paisaje andino y atentos a la vio- lencia de su heroica gesta, los conquistadores no tuvieron ojos para reconocer la cultura y la condición hiimana de los pueblos que formaron el imperio incaico; y después de varias décadas pudo afirmar Garcilaso que el viejo patrimonio de su raza había sido destruído antes que conocido. A su vez, los mantenedores del dominio español acataron los prejuicios que en su tiempo atribuían influencia degenoradora a l calor tropical y el mestizaje; y los su- pérstite~del coloniaIismo prefirieron negar capacidad creadora a los hombres del país, a fin de mantener su adhesion sentimental a las más menudas ex- presiones de ultramar. Para el mundo de la época mercantilista, las posesiones españolas de América sólo interesaban como productoras de metales precio- sos, y difícilmente se otorgaba atención a las formas antiguas de su cultura o a la revelación implícita en sus afinidades espirituales. Casi de soslayo, pero con harta elocuencia, lo advirtió Antonio de León Pinelo, al sentar :es- timonio de "no haber en España curiosidad particular.. . [por] saber cosas de otro mundo" ( 1 ) . A su vez, Manuel Lorenzo de Vidaurre ( 2 ) dejó cons- tancia: 19, de haberse "creído [en Europa] que las Américas sólo producen hotentotes y antropófagos"; 20, de los arbitrarios asertos formulados por dos escritores franceses, para los cuales "nuestros espíritus eran como aquellas flores de mucha belleza y poca duración", y la Universidad Mayor de San Marcos "no había tenido un doctor que escribiese para el público" en el lapso comprendido desde su fundación hasta 1810; y 3O, de la ofensiva insistencia qUe afectaba un oidor de la Real Audiencia de Lima ( 3 ) al sostener tales esle- (l).-Cf. la dedicatoria de su Epífome de la Biblioteca Oriental y Occidental, Náu- tica y Geogriífica. (2).-Cf., el cap. X l de su Plan del Perú (Filadelfia, 1823), en el cual ti.aza una visión censoria de las orientaciones dadas a la Universidad durante la dominación espanola. (3).--Cuando Manuel Lorenzo de Vidaurre sentaba rnemoria de tal aserto, c ~ l 1810, la Real Audiencia de Lima estaba integrada por: BAanuel Arredondo y Pelegrín, Marqués de San Juan Nepomuceno, eti calidad de Regente; y, como oidores, el licenciado X'la~iuel García de la Plata, natural de Medina del Campo; Juan del Pino y Manrique dc Lara, quien había actuado como vice-protector y juez del Mercurio Peruario y ya contaba más de veinte años de permanericia en el país; Fernando Ccadrado Valdenehro y Domingo Ar- náiz de la Revilla; Francisco Xavier Moreno y Escandón, Manuel María del Valle y Pos- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.8, 1952
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx