Fénix 8, 395-418

PNTRODUCCION :\ LA DICLIOGRAFIA PERUANA 399 rectificaciones e influencias que tipifican el pensamiento y los modos de vida; es reflejo del proceso histórico, y se la debe estimar históricainente. Así se comprueba, de manera particular, en lo tocante a la bibliografía peruana: por- que ha determinado el perfeccionan~iento ae la información requerida por los investigadores, y, merced a sus datos, ha sido posible la rehabilitación de las figuras nacionales y la exacta definición de las creaciones colectivas. Sus tres fases principales están determinadas por las alternativas que iiu sufrido la condición general del país, durante los sigios reciei~tes,y, en consonancia con ellas, se advierte que los hechos culturales del Perú son registrados: IG, en la bibliografía hispánica, mientras persistió la dominación española; 20, en la bibliografía general americana, durante el período de afirmación y diferen- ciación de las nacionalidades, que sigi,~iia la independencia; y 30, en una bi- bliografía especializada. PERU Y AMERICA, EN LA BIBLIOGRAFIA HISPANICA Bosquejada a través de muchos años de estudio, para satisfacer aquella apetencia de sabiduría que !os humanistas Juzgaron como llave y presea de su nobleza; pero acabada sólo en pocos días, para obedecer el requerimrento que la curiosidad dictó en la corte al Duque de Medica ae las Torres, deseosa de "añadir noticia histórica a ciencia política" del Nuevo Mundo: así nació la primera bibliografía sobre América. Fué dada a la publicidad (Madrid. 1629) por Antonio de León Pinelo, antiguo alumno y maestro de ía Uriiver- sidad Mayor de San Marcos, y a la sazón consagrado a la áspera tarea de or- denar la Recopilación de Leyes de Indias, y su título es a un mismo tiempo significativo y barroco: Epítome de la Biblioteca Oriental y Occidental, Náu- tica y Geográfica. Era extracto o parclal anticipo de una "dilatada obra". cuyos borradores alcanzaban ya a 200 pliegos, y su autor no quería darla aíin por concluída, pues no pensaba haber completado las lecturas que sus propó- sitos exigían. Y de soslayo observó que se hallaba muy extendida la igno- rancia de las cosas de América, por el erpejismo que desviaba la atención de los doctos hacia la antigüedad y los hacía insensibles a los encan.tos fácil- mente perceptibles en las nuevas tierras: "hice elección de las [obras] menos tratadas de ambas Indias, por adquirirles, por lo nuevo y peregrino, la esti- mación que por lo docto y erudito no puedo asegurarles; y comenzando por lo m,3s olvidado y abatido, que son los libros de Indias, engaño deste tiempo, en que los más curiosos, sin saber lo que sucede en los modernos siglos y en los reinos más ricos e importantes que posee esta Corona, se desvelan en las investigaciones de lo que hicieron y fabularon los más antiguos griegos y ro- manos". En tópico semejante insiste la apología que el hermano del autor consagra al erudito alarde, pero avanzando hasta presentar el afán mercan- tilista de los españoles como causa de su indiferencia ante las manifestacio- nes de la cultura americana, y oponiéndole el interés que denotaban las publi- caciones extranjeras sobre la materia: pues "como de las Indias sólo se ape- tece plata y oro, están sus escritores tan olvidados como sus historias poco Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.8, 1952

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