Fénix 8, 419-433

CARTAS DIRiClDAS A RICARDO PALMA 43 1 Tendré el mayor agrado de recibirle y atenderle en cuanto me sea posible. Ud. recordará el empeño que tuve para dar el facsimil de la p o r t ~ d a de la Ovandina y el retrato de su autor; pero Romero no cumplió la prome- sa que le hizo a Ud. y las fotografías que sacó para mí, pagandoselnc por su- puesto, cuando estuve en Lima, no sirvieron, aun después de haberlas con- fiado en Santiago a un fotógrafo de profesión para que viese modo de de- jarlas aprovechables. Que conste, pues, que Ud. noi6 y con razón, no proce- di6 de culpa mía. Mi labor del año que comienza no se referirá 5 la bibliografía, y á su tiempo, y si la salud no me falta la irá viendo Ud. Muchos recuerdos de Mercedes y mios para Ud. y toda su familia. Santiago, 2 3 de Sept. 909. Sr. D. Ricardo Palma. Lima. Mi querido amigo: Recibí su tarjeta postal y su carta fecha 6 del Corriente con tanto mayor gusto cuanto veo que, mal que pese á los años, Ud. se conserva per- fectamente. Su pulso está firme (más que el mío) y la redacción de su car- t a tan fresca que hace recordar al autor de las Tradiciones. No he visto el folleto del dichoso Marqués. A Uds. los academicos li- meños se les remiten, según veo, las publicaciones de la Academia pero noso- tros, si queremos tenerlas, tenemos que ocurrir á los libreros. En verdad que en mi concepto, Ud. ha dado más importancia de 13 que se merece á las criticas de Uhagon tanto más que, por lo que parece, nada de nuevo dice sobre lo que ya habiamos; no por dicho, solo ha logrado ponei en descubrimiento su querencia sobre la materia que testa. Murillo me ofreció á mi el primero el ejemplar de la Ovandina y vino á caer en cuenta de la importancia del libro cuando leyó lo que yo decía acerca de él en la Inquisicióri de Lima. Ese ejemplar procedía del Archivo de Simancas y estaba allí junto con los demas papeles de la Inquisicion re- mitidos a Lima. En virtud de órdenes del Ministerio de Fomento, todos los imnresos de aquel Archivo debian pasar i la Biblioteca de Palacio 6 á la Nacional, pero cayeron en poder de un señor Gutierrez á quien se la compró Murillo á razón de diez reales (50 cts.) cada uno. Dudo mucho como Ud., que Uhagon cumpla con el encargo de Ud, Creo que sus recuerdos de Ud. le engañan respecto á que en 1876, c u ~ n d oyo examiné esa Biblioteca, estuviese allí el Ternbior de Lima. Ud, Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.8, 1952

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