Fénix 8, 710-716
apareja11 la veiitaja de duplicar o rnu!t:p!icr;r uri docixnerito. ~upIiéndolo v?~ltajosarnerile en caso de estincióri del mismo, lievari criijsigo l : ~propia caducidad dei microfilm. A crte respecto iué de subido iiiter&s escuc!iar !a Oisc:i-aci6:1 de: Prefecto de fa t3ib!iotecr: Va- ticana, Monseñor Albareda, que esI>uso la tencieiici3 actual a Ia supresión o dcsaparici6n de! Iibio actccl, por SU incapacidad para darle cabida en las bibliotecas, s i ~s t i t u~611c i o~~ ! ~ por la "micra-tarjeta" o "tarjeta opaca", en dontle estuviera cotidensndo ei testo de uaa obra voluminosa. Como un medio de buscar la máxiriia cooperación ibcroamnricana y filipina. se co!ivino en preparar unes gufas dedicadas a i~cilitara los investigadores e historiógrafos la consulta cie los fondos documentales existeiitcs cii los archivos ainericanos y esgaiioles, procedentes dc la época en que España y los territorios de Ultramar esiaban bajo !a co- lzíiii Corona, o sea: dcsde la Epoca del descubrimieilto harta los albores del siglo XIX. Coitipleinento de estas guias sucintas serían unas referentes a los fondos genealógicos y liei:\ldicos existentes en archivos tanto píiblicos como privados, en donde obvio es remar- carlo, tanta historia común hay almacenada. Por oca parte, se acordó invitar a los par- ticulares que poseyeran archivos copiosos, que facilitaran su catalogació:~ v clasiiicación, permitiendo el acceso de empleados facultativos del Estado, sin que ello encubriera men- gua alguna en sus derechos de propiedad. E n cuanto coricierne a los archivos parroquia- les, se convino en sugerir a 13s jerarquías eclesiásticas que, escuchaiido las recomenda- ciones Iormulacias por 1a Santa Sede, se sirvierati fomei-tar la concentración en los ar- chivos diocesanos de aquellos libros de más de un siglo de antigüedad, expuestos al m- iravío o a la sustracción en remotas y alejadas parroquias, huérfanas de protección y aun de e1eme:itoc económicos para acoger en anaqueles aquellos libros sacramentales. Particular interés revistió el debate en torno de la adopción de una tarjeta de in- vestigador, con validez, por lo pronto, para todos los centros de investigación existentes en España. Se recordó, por lo que podía servir como modelo, la existencia de una con- vención extra-oficial eztre los países ceiitroamericanos, en cuya virtud se concede vali- ú'ez cn todos los países afectados a la tarjeta de identidad expedida en uno cualquiera de ellos a favor de un investigador. E11 la Comisión de Biblioteca, los debates fueron sumamente movidos, y aun en a1gut;os iilstantes, algo agitatios. Por la resonai~cia que alcar,zaroli, mereren recogerse aquí, siwiera como refái.c:i:cia, las ponencias presentadas sobre "Bibliotecas circulantes o viajeras para los pueblos alejados cle los centros importantes de pobiación". "Una biblio- grafía general arLierica~ia", "Una bibliografía médica". "Creación de hemercitecas ~-iaciona- les", al estilo de la existente en Madrid, "El libro y la biblioteca púl~licacomo instru- rnei~tos de cultura para la libertad humana y la justicia social": "Problemas i:-isolubles que crea la Clasificación Decimal en la clasificación por materias". "Conveniencia de ior- ~nularun código de clasificaci6n y catalogación a base del sistema decimal para los países hispano-americanos", "Estudio de unas reglas unificadas para la catalogacióil de impre- sas", "Cooperación entre los países hispano-americuiios para formar un inventario biblio- gráfico y para empresas de carácter ariálogo", "Estudio de bases para el establecimiento de un sistema de clasificación Giiico para los pueblos iberc-americanos", "Proyecto de unas iiormas de catalcgación de obras musicales (impresas y en discos)". Los debates versaron. en primer t é r r n i n ~ ~ sobre eI probtema de los encabezamientos en catalogación, apellido del autor, apellido o nonlbres latinizados, nombres de entidades. y catálogo alfabético de temas. A renglón seguido, se acometió el exanlen de un sistema úrlico de clasificación. Los españoles demostraron la inadecuación del sistema de clasi- ficación decimal para las culturas de habla española y portuguesa. En sesiones postericres se contemplaron los problemas derivados de la siisfenta- cjón financiera de las empresas do extensión bibliográfica en las masas populares, acon- scj&ndosela formación de guías para la lectura, en especial de obras irifailtiles, al tiempo cle recomendar que todas las bibiiotecas tuvieran una sección infantil. No dejó de tocarse el problelna de las bibiiotecas especiales, que en algunos casos revisten el mayor interés, como es en el de las bibliotecas existentes ea cárceles u otros lugares de regeneración, e inclusive eri hospitales, etc. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.8, 1952
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