Fénix 9, 278-351
302 FENIX 1868. ¡POBRE I~VDIO! Zarzuela; en un acto. Música de Carlo Enri- co Pasta ( 1817-1898). Libreto de Juan Vicente Camacho (1829-1872) y Juan Cossio (1833-1881). Creada en Li- ma, Teatro Principal, 3-3-1868. [ 76 Interpretada por Alaida Pantanelli de Gaytán (María), Luisa Rodríguez de Ramírez, el benor Juan Parracía (Lorenzo), Antonio Gaytán (Don Fernando, gobernador de Jauja), Manuel Anibal Ramírez (Don José, párroco de Jau- ja), Carlos Aníbal Ramírez y Enrique O9Phelan. Respecto al libreto se encomiaba el haber tratado en escena un asunto nuevo referente a los sufrimientos del indio, aunque se Ee hicieron ligeros reparos al esbozo de algunos personajes. Constaba la partitura de Obertura, Coro de indios, Plegaria y yaraví de María, Zamacueca, Melopea de Lorenzo, Melopea del delirio de María, Yaraví- dúo de María y Lorenzo, El caramba (huayno) y Coro final. En el final de la obertura Pasta utilizó el coro del Himno Nacional. 17: 24-1-1868 y 4, 5, 6, 9 y 13-3-1868; 60: ps. 52 y 112. 1868. LA PERRICHOLI ( a Périchole). Opera bufa; dividida en tres actos. Música de Jacques Offenbach ( 1819-1880). Li- breto de Ludovic Halévy (1834-1908) y Henri Meilhac ( 183 1- 1897) ; basado en el sainete La carroza del Santo Sacramento, de Prosper Merimée. Creada en París, Théatre des Varietés, 6-10-1868. [ 77 Como protagonista, Hortensia Schneider, la creadora de tantos papeles offen- bachianos, logró un verdad,ero suceso. Al estrenarse, La Perricholi constaba de dos actos, pero sus autores fi- jaron la versión actual al reponerla en 1874, en el mismo teatro y también con la Schneider y el celebrado Dupuis (Piquillo). En Lima se conoció en el Teatro Principal, 31-8-1778, interpretada por la compañía francesa de ópera que encabezaba la "premiere chanteuse" Léontine Minelli, y debido segura- mente a las situaciones caprichosas del libreto desnaturalizadoras del verda- dero carácter de nuestra paisana, no obtuvo muchas representaciones, siendo desplazada por Les cloches de Carneville, de Planquette, que también ofre- cieron como novedad los mismos artistas. Sobre este punto informa Moncloa que en la obra referida "se falta grandemente a la verdad histórica, pues hacen a la Perricholi una bohemia que canta y baila en las plazuelas al compás de su pandereta, y al Virrey un tipo grotesco que, paseándose como un simple mortal en la plaza de Lima, conoce y se enamora de la bohemia, arrancándola de los brazos de su marido, otro bohemio que canta y baila con ella". Sin embargo, La Perricholi, por sus indiscutibles valores musicales, fi- gura aún en el repertorio de la clásica opereta francesa y su rol principal mo- tiva creaciones consagratorias, como la conseguida en nuestro siglo por la desa- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953
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