Fénix 9, 278-351
EL PERU EN LA MUSZCA ESCEN:CA 317 que lleva al anotarse en una obra norteamericana, nos pone en situación du- bitativa para fijar el lugar de acción correspondiente. 4: p. 1178; 71: p. 846; 73: ps. 543-47. 1928. EL PUEBLO DEL SOL. Drama; dividido en tres actos, repar- tidos en cinco cuadros; de Augusto Aguirre h'lorales; basado en su novela homónima. Música escénica de Mariano Béjar Pacheco. Estrenada (la partitura) en Lima, Teatro blucici- pal, 22-12-1928. [112 Interpretado por Luisa Reyes (Amankay), Marina Méndez Dorich (Olfe), Jorge Plasencia (Mail), Rafael Méndez Dorich (Tineff), Piaggio (Huarrna), Carlos Denegri (Challccu), Barceili (Huaina Kapac), Carlos Pazos (Uillak- Uma) y Fina Tessolini, que ejecutó la Danza de la Honda. Béjar Pacheco di- rigió la orquesta. Esta adaptación escénica se había estrenado, sin música, en el Teatro Forero (hoy Municipal), 29-7-1928. "Es al inteligente e s t ~d i oque de la vida del Imperio ha hecho el au- tor, que debemos esta reconstrucción arqueológica casi perfecta. Aguirre Mo- rales ha dedicado toda su vida a tan interesante trabajo y, al fin, acaba de obtener el éxito merecido por su valiosa y paciente labor investigadora". "Nunca antes de ahora se había presentado, en ningún escenario perua- no. nada semejante tratándose de teatro vernáculo, nada semejante a lo que anoche se ofreció en el Municipal. Y es que a la propiedad artística se unió la verdad histórica. Los hombres y las mujeres, los guerreros y las acllas, el Inca y el Sumo Sacerdote, todos los grandes dignatarios del Imperio, aparecieron en escena vestidos tal como se vestían en los tiempos en que vivieron". "POCOS compositores conocen, en el Perú, tan bien como Béjar Pacheco, la música vernácula. El es capaz de saber distinguir con precisión admirable a quién corresponde, a qué región del país pertenece cada canción, cada grupo tonal, de estos y de aquellos tiempos. Su conocimiento de la música incaica y de los instrum~entoses bastante amplio. Además, posee buena cultura musical y conocimientos técnicos apreciables. De allí que su participación en la obra que nos ocupa logra éxito tan definitivo. Hay en el curso de toda la música bellezas insospechadas, si se tiene en cuenta lo reducido de la gama musical autóctona. La marcha que preside la entrada del Inca, en el segundo cuadro del segundo acto, es de una armonía y de una fuerza extraordinaria. Asimis- mo, algunos de los nharawism y bailables de la obra, en que se nota delicada inspiración" (Comentarios transcriptos de Llosa). Huayna Kapak ha vencido a !os chinchas, pero los considera como alia- dos en su lucha contra los chi;rnpihuilcas, a quienes también consigue someter. Sin embargo, a pesar de ser bien considerados, los chinchas, encabezados por su rey Mallku, conspiran disimuladaniente para derrocar a Huayna Kapac y sembrar la rebelión en el Im~ez i o Incaico. Intervienen las pasiones amorosas en estos planes: la celosa Amankay, princesa chincha, denuncia a sus herma- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953
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