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SERVICIOS ADMINISTRATIVOS Los servicios adn~inistrativosde la Biblioteca Nacional han funcionado con toda normalidad y en forrna satisfactoria. Se ha tratado en lo posible de rnejoiarlos, pues su regularidad y perfección son esenciales. En el año 1952 se han registrado en este aspecto dos importantes in- novaciones. La primera es la incorporación de un médico en el personal de Ia Biblioteca, cuyas funciones son atender consultas médicas de los empleados, x igilar en lo posible su buena salud, darles consejos en casos de una enferme- dad, e informar a la Dirección sobre los funcionarios enfermos. Otra importante innovación registrada en los servicios administrativos y que redunda en el buen servicio general, es el mejoramiento sustancial del sistema telefónico de Ia Biblioteca, con la instalación de una central automá- tica (que ha reemplazado a la central manual que teníamos antes) dotada de anexos que comunican entre sí a todas las oficinas, y del suficiente número de líneis troncales para garantizar un servicio prácticamente perfecto. Debo expresar el gran interés que hay en la terminación de nuestro edi- ficio, que fué ordenada por Resolución Suprema No 1245, de fecha 7 de se- tiembre de 1950. En efecto, varios de los servicios de la Biblioteca, así en lo tocante a la atención del público como en lo que respecta al trabajo interno, se resienten de cierta falta de adecuación y de amplitud de nuestro local. Una vez que éste se encuentre terminado, desaparecerán todos esos inconvenientes. Debo llamar una vez más la atención de usted, señor Ministro, y la del Gobierno todo acerca del gravísimo peligro, de orden verdaderamente nacio- nal, que constituye la existencia en la Biblioteca de un depósito de películas cinematográficas de los Noticiarios Nacionales. Nadie puede poner en duda la importancia documental e histórica de dichos Noticiarios, ni la convenien- cia de conservarlos; pero es evidente que no podía elegirse con tal fin un lu- gar más absolutamentr inadecuado que la Biblioteca Nacional. Las películas cinematográficas constituyen un material eminentemente inflamable, y todos los años ocurre en una u otra ciudad del mundo algún in- cendio causado por ellas. Ahora bien, todos sabemos qué desastre horrible constituyó, hace una década, el incendio de nuestra Biblioteca Nacional, y cuán desfavorablemente repercutió no sólo sobre nuestra riqueza cultural, sino in- cluso sobre el prestigio mismo del país: resulta pues aterrador el simple pen- samiento de que semejante desastre pudiera repetirse. Por tales razones, no me cansaré de insistir en la necesidad de que se busque para las películas del Noticiario Nacional un lugar más adecuado, y en e1 cual ellas no constituyan como ocurre ahora un peligro gravísimo para los supremos intereses culturales de nuestro país y para el prestigio interna- cional del Perú. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953

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