Fénix 9, 352-412
366 FENIX Se aprueba la crítica literal que analiza con el mas grande rigor las ex- presiones de un poeta: se hace mérito de reparar en una palabra superflua, en un término obscuro, en un equivoco: el que distingue las faltas mas li- jeras, se juzga que contribuye á la perfeccion del arte [14]. ¡Cómo! eesta critica verbal no será mas útil aplicada al estilo de las leyes? ;Puede saberse de otro modo que por el valor de las palabras, lo que la ley me manda ó me prohibe? 2Es perder el tiempo, mostrar á los legis- ladores, qué dificil es explicarse correctamente, y cuanto importa no decir ni mas ni ménos de lo que se quiere; producir una idea justa, que no tenga ne- cesidad de comentario? [ 151. Coqvencidos que fuesemos, que la declaracion contenia una doctrina errónea, se podria leer la refutacion coi1 provecho como un egercicio lógico. Hay bastante diferencia entre sentir lo falso, y saberlo distinguir. Ved aquí en lo que me parece que consiste el arte de presentar en toda su luz una fal- sedad capciosa. Se trata por lo pronto de observar, si una proposicion que pa- rece simpre, contiene en si otras muchas. Separando y simplificando, se lo- grará refutar lo que debe ser refutado. Lo que salva las proposiciones com- plejas, es una mezcla de lo verdadero que hace pasar lo fal-]p.81~0, ó una obscu- ridad que nace de la com~plicacion.Es preciso ver, si las palabras principales han sido bien definidas, si se han empleado en un sentido arbitrario, ó que las separe de su significacion usual. Este es el gran secreto para engañar á los lectores inatentos, ó para seducir á aquellos que se creen mas expertos, porque afectan entender términos muy ordinarios en un sentido misterio- so [16]. Esta es una obra de controversia; no obstante, se dirije mas á la paz que á la disputa. La razon es la que ataca un sistema dogmático, que excluye todo raciocinio. Se trata de atraer al principio de utilidad general sobre el que únicamente se puede establecer un modo de raciocinar comun [17]. [Se continuará.] [14].-Es verdad; así se requiere en la poesía, y aun en la oratoria. Las piezas de la legislacion no son de la una ni de la otra clase. En ellas lo que se requiere, es, que todas entiendan lo que se dice, y que haya suficiente claridad. [15].-Estamos convenidos en estas proposiciones; pero despues veremos como se aplican. [l6].-Todo el mundo sabe, cuan perjudiciales fueron á la iglesia las sutilezas d i Aristóteles. De esa filosofía nacieron las heregias mas espantosas. Todas las ciencias tie- nen su lógica. Ella consiste en el conocimiento de la verdad, usando de la razon. Dis- tinguir lo verdadero de lo falso, es y fué siempre de un grande provecho. Si el autor halla en la declaracion de los derechos del hombre una mezcla de verdad y falsedad, lo dirá el tiempo. [17].-iA1 principio de utilidad general! ¡Qué hipócresía! defender á los tiranos con- tra los pueblos; á restituirnos á los siglos re perjuicios de ignorancia; á sostener la espada del ruso y el alfange del sultan. ¡Hombre infeliz! has convocado contra tí á todos los americanos. Ellos no te dejarán tranquilo en el mezquino goce de los bieries que pudo producirte tu malhadado papel. Tenémos ofrecido en el Peruano dar á luz las críticas que se hagan al proyecto de Constitucion. Sentimos, que aún no se haya remitido ninguna. Sabemos tambien, que al- gunos desean ver concluida la obra, para manifestar entonces su juicio. Repetimos, que los conceptos de nuestros conciudadanos serán siempre muy bien recibidos. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953
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