Fénix 9, 352-412
4 06 FENIX e1 temperamento de un colérico melancólico, ó melancólico ama hallar crimi- nales que poder castigar. El sanguíneo colérico se estremece al contemplar la pena que puede imponerse con su voto. Solo el colerico sanguíneo man- tiene por su organizacion el nivel de la justicia. ¡Cuántas veces la esperiencia nos enseña esto en las conversaciones familiares! ?Se ignora el autor de un crímen? Cada uno lo descubre segun sus afectos. Un zelo mal entenlp.61dido es tan perjudicial, como una vergonzosa neglijencia. Ved aquí el fruto de mis meditaciones. (Se continuará) Continúa la traduccion de Jeremías Bentham Se quiere decir, que estas distinciones no ecsisten, es de apelarse á los hechos y á la observacion: si se quiere decir, que no deben de ccsistir, se apela al juicio de los individuos sobre una materia de hecho. Si se dice que no pueden ecsistir porque son nulas en si mismas, es un atentado contra la libertad de la opínion: así se invita á subleverse contra las leyes [9]. En el primer sentido, la proposicion no 'es peligrosa; pero es evidente- mente falsa. En el segundo, es fundada en razon, pero es preciso esplicarla claramente, y no emplear un término apasionado. En el tercero contiene una doctrina sediciosa: decir que la ley no puede, en lugar de decir la ley no de- be, es preparar la insurreccion y justificarla de antemano. No sabria compa- rar estas espresiones, sino con aquellos instrumentos que no presentando na- da ofensivo á los ojos se esconde en ellos un puñal [lo] lp.71. ARTICULO SEGUNDO El fin de toda asociacion plitica, es la conservacion de los derechos tnaturales é imprescriptibles del hombre. Estos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia á la opresion. OBSERVACIONES La confusion de ideas es tan grande en este artículo, que es dificil ha- llarle sentido. [1] Pero ved aquí las proposiciones que se pued'en sacar de él, segun creo. [g].-Contra las malas leyes, no hay duda: note el lector como Bentham insensi- blemente va introduciendo la doctrina de la obediencia pasiva. Dije en el ecsordio que su obra era muy periliciosa en las circunstancias presentes de América, ahora lo repito con mas seguridad. Recuérdese en los papeles de Bolivia, el valor que ha querido darse á una constitución sostenida por las bayonetas en el bajo y alto Perú. Se decía una ley, y porque tenía de ley era preciso obedecerla y no reclamarla. Ese servilismo se desenrrolla del todo en el Último acápite. riO].-¿Qué puñal escondido es este? el puede y o1 debe en derechos son sinónimos. Las clausulas tienen toda la claridad necesaria: no puede ni debe haber distinciones sino en bien de la sociedad. Apenas puede haber una verdad política más evidente, y contra lo que solo la terquedad y el capricho presentará objeciones. [l].-En que consiste la confusion. Se trata de los derechos naturales é impres- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx