Fénix 9, 424-435
figuras de Ricardo Palma y Manuel González Prada. Pero Prada no fué solo hombre de letras y, por consiguiente, el juicio de los que en él aman, notoriamente, al rebelde y al acusador, puede aparecer influenciado por este sentido. Creo, sin embargo, que la sig- nificación exclusivamente literaria de González Prada, en nuestra literatura, tiene con- tornos muy nítidos. El marca, precisamente, el principio de la transición del período co- lonial al período cosmopolita. Nuestra literatura recibe en su obra una honda influencia francesa, señaladamente parnasiana. Eguren y Valdelomar, introducen, más tarde, en nuestra literatura elementos de escuelas no españolas, concurriendo así a la transición. Eguren aclimata en un clima y una estación poco propicia, la planta preciosa y pálida del simbolismo. Valdelomar nos aporta un poco de d'annunzianismo y de wildismo. Y a propósito.. . ... . .. -¿A propósito de Valdelomar? -Sí, -me responde Mariátegui. Yo considero al Conde de Lemos, como tempe- ramento artístico y como vocación literaria, el caso más interesante de la literatura del Perú independiente. Nunca se emplea tan bien el vocablo malogrado, - q u e tan genero- samente se prodiga-, como cuando se aplica a Valdelomar. Y es que Valdelomar está a muchos metros por encima de los diversos Pardo y Aliaga que ocupan todavía tanto sitio en la historia de las letras. -¿Y Chocano? -Claro está que Chocano tiene, como pocos, derecho a ser nombrado en una revi- sión de nuestra literatura. Chocano es la elocuencia. Se pretende, a veces clasificar su poesía caudalosa, excesiva, grandílocua qonoramente melódica, como una poesía caracterís- ticamente tropical y autóctona. Y a mí me parece que la elocuencia, el énfasis, la de- clamzci5n excesiva de Chocano descienden absolutamente de España. Hay en Chocano, en todo caso exuberancia y exorbitancia criollas; pero de ninguna manera hay sentimiento indígena, que es fundamentalmente sobrio. Lo indígena es, como lo egipcio, geométrico y hierático. --¿Y quiénes son, en concepto de usted. los que tradujeron el verdadero sentimiento indígena? -Melgar es uno de ellos. Pero en nuestra época hay ese sentimiento en ese ad- mirable poeta que tanto amamos todos los hombres de la misma sensibilidad y de la misma época: César Vallejo. -Encuentro muy valiosas sus apreciaciones. Pero, a trueque de fatigarle, deseo que precise usted su opinión. Marijtegui me responde con absoluta seguridad: -Ya le he dicho lo que pienso sobre la imposibilidad de una valoración absoluta. Yo no soy un experto en nuestra historia literaria. Y, por lo demás en las opiniones que le he dado, está el juicio que en su pregunia, -la pregunta es un pretexto-, sustan cialmente me pide usted. IGNACIO BRANDARIZ El prestigioso periodista, Ignacio Antonio Brandariz cuya larga y proficua labor es tan conocida y apreciada, -me recibe con solicitud cordial y me manifiesta que encuentra de gran transcendencia mi pregunta para todos los que se preocupan con interés por nues- tras cuestiones literarias. Y con gran espontaneidad y franqueza, Brandariz, sin llamar en su auxilio a !a meditación, me responde: -Categóricamente declaro que entre nosotros la figura literaria más grande es e1 poeta José Santos Chocano. ;Acaso necesito exponer razones para afirmar mi opinión? -Si usted no tiene inconveniente. . . -Creo que no hay necesidad. Esta es, por otra parte, mi contestación lisa y llana. Si se tratara de señalar cualidades, de indicar detalles, de expresar causales, a fin de pre- cisar mi criterio, ya sería otra cosa. Pero me parece que doy satisfactoria respuesta a su interrogación. ¿No es eso? -Así es. Y por ello le agradezco de veras su amabilidad. Y dejo a Brandariz, periodista de pura cepa, consagrado a sus labores profesio- nales que por un momento ha interrumpido para atenderme y contestar la encuesta. PEDRO DULANTO Pedro Dulanto, catedrático de Historia de América en San Marcos, y positivo es- píritu de hombre de letras, con personalidad definida y con talento claro, me dice: -No siendo mis actividades intelectuales propiamente literarias, sólo la amable in- sistencia de usted para que dé mi opinión acerca de quién es, a mi juicio, el mejor lite- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953
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