Fénix 9, 424-435

432 FENIX este trascendental asunto: ;cuál es en su concepto, la figura literaria más grande que ha tenido el Perú? -La figura se refiere al pretérito, por que dice: que ha tenido el Perú. Pues bien, me parece que ha de ser, en propios y extraños, unánime la respuesta. El Perú, en su pasado literario, no tiene mayor figura que la de don Ricardo Palma, y esto no necesita explicación. Tuve el honor de entregar en fiesta memorable el álbum con que la juventud de América ofrendó al tradicionalista la admiración de un continente. En el discurso que hice para tal oportunidad, y que replicó la prense, expresé todo mi fervor por la obra uni- ca y excelsa de Palma, y todo el respetuoso y fiel afecto que le profesaba 57 que a su re- cuerdo y a su gloria profeso todavía. MARCIAL HELGUERO Y PAZ SOLDAN Marcial Helguero y Paz Soldán, cultísimo diarista y antiquísimo colega mí o me acoge con su habitual cordialidad e, interrumpiendo su actividad periodística se muestra accesible a mis preguntas, no sin antes pretender eludirlas con frases de fina ironía. Pero, yo insisto con tenzcidad, y "Marlaci" me responde así: -La pregunta que usted me hace me pone en serios atrenzos. -¿Por qué, mi querido Marcial? -Primeramente porque mi opinión no influiría ni en desmedro ni en brillo de los valores literarios que ha tenido el Perú. Con mi apreciación o sin ella, y aún la de los demás, la labor mental de nuestros escritores tendrá, siempre, la perenntdad que la gloria haya querido o quiera darles. Yo me considero muy pequeño para discernir la gloria. Hay otros en esta tierra de los cerebros bien conformados y de los espíritus eru- ditos, que son o se creen ser dueños de ese mágico poder que a mí me espanta tan solo de pensar que pudiera poseerlo. -Además, --continúa- yo no soy ni poeta ni literato, ni siquiera deseo parecer alguna de estas dos cosas. No me interesa. Y no me interesa porque no puedo serlo. De otra parte, he leído muy pocos libros nacionales, pues casi toda mi vida ha estado con- cretada a leer periódicos, con gran deleite mío. Verdad, también, que hay periódicos que nutren el espíritu más que la lectura de cien libros, pero con todo, expongo sinceramente que mi insuficiencia literaria me redime de declarar enfáticamente, -entiéndase bien, enfáticamente- cuál ha sido la figura que se ha destacado con más relieve en los siglos muertos y en el momento actual, en el arte literario del Perú. Eso queda para los otros. ALEJANDRO URETA Después de larga búsqueda encuentro, por fin, al hermano Alejandro, como le lla- mamos cariñosamente, todos sus camaradas. Le participo mi propósito de reportearlo, y enfilamos luego a E1 Comercio donde el incorregible bohemio labora y allí cómodamente instalados, tete á tete, interrogo. -¿Quién es en t u concepto, el literato más grande que ha tenido el Perú? --Te diré: En el concepto que la palabra literato sugiere, el PerÚ en su vida in- dependiente, no ha tenido uno que responda, verdaderamente, no sólo, al vocablo sino al concepto mismo. Literatos criollos los hemos tenido muchos y muy buenos. Pero, fuera del Perú, no han sido consagrados. Sin embargo, el Único gran literato "nuestio" ha sido, sin duda, Ricardo Palma. -¿Por qué? -Porque Ricardo Palma, aparte de ser un literato evocativo, pintoresro y origi- nal, es el único que ha traspssado en triunfo las fronteras. Ha sido consagrado en 10s paí- ses de habla castellana y en ellos ha influído su literatura. -Tú que has viajado por el extranjero, ;has podido comprobarlo? -Con mucha frecuencia. Citaré un caso: No se trata de un país. Viajaba hace años entre Eurdeos y La Habana en un "paquete" iratlcés. E l sol de las Antillas me so- focaba. Abordo, nada había que hacer. Requerí, entonces al bibliotecario -que por ende era el cantinero- quien me entregó las llaves de los estantes y naturalmente, mi búsqueda se tenía que relacionar con libros en español. No encontré sino dos obras en castellano, El Quijote trunco y las Tradiciones de Ricardo Palma. -Antes de terminar he de advertirte -añade Ureta- que no se debe confundir la labor literaria con la intelectual menos con la histórica. Además, me has cogic'~de sorpresa y la verdad es que es muy difícil pronunciarse sobre este tema en un simple reportaje. -Adiós hermano! Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953

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