Fénix 9, 81-196
180 FENIX 425 Co? este modo, y otros prouechosos tambien rigio sus fuertes esquadrones. que e:] paz boluieiido intentos rigu- [rosos, le combinan con ella estas naciones: Mannia responde assi, pechos medrosos 430 de sustentar (cansados) sinrazones: pues la fe y la amistad es prenda, y [prueua bien es ver las que tiene, quien la llueua. Flaqueza, y miedo tanto os acobarda, que os constriñe a pedir tregua afrentosa, 435 pues vuestro esfuerco varonil no aguarda yra de vna muger flaca, y medrosa: mas porque nunca la clemencia terda de acompañar a vna alma generosa; os concedo la paz, que es de mas g l s r i ~ , 440 que la cierta esperanca de victoria. 56 fol. 52 vto. Mannia en las pazes pone condiciones a su gusto conforme, y aluedrio, sin que nadie replique a sus razones, ni se atreua a mostrar desgusto, o brio: 445 todos le ofrescen blandos coraqones, y ella lo muestra sin algun desuio; mas dize quien del flaco suerte gana, alimenta sil honor con honra vana. E l b~iei.Emperador Claudio Segundo 450 en la insigne batalla de los Godos, cujro nombre sonó por todo el mundo, por S-r mas grandes que los otros todos: ante.; de libre del sudor inmundo procuró conoscer por varios modos 455 q u a l ~ ssoldados de la gente estraña mostraron mas valor; esfuer~o,y maña. Los suyos todos le responden luego, vria pequeña esquadra belicosa hizo mas daño, que el ardiente fuego 463 haze a la yeriia en Libia la arenosa: a los quales mando con blando ruego se la boscassen, que en saber tal cosa todo cpedó suspenso, y admirado. oyendo el caso, que se le ha cont3do. 59 fol. 53 r. 465 Mas luego supo que eran diez donzellas, que coi7 razcn. su adrniracion crescieroti, de cuyo resplandor, las mas estrellas como vencidas, de su luz perdieror,: y del Monarca vistas, todas ellzs 470 iguales en tristeza, le dixeron; seguridad ninguna se concede al que busca al contrario, que mas pze'e. De tal manera Ciaudio fue contcrito de la sabia seiltencia, que al instante 475 determinó dar fin a su tormento, viendo su esfuer~o,y su valor cons- Ltante: assi diziendo, baste el desconterito, que publicais en general semblante; pues que gozais la libertad amada 480 por merced con las vidas otorgada. No solo se conosce en ei amigo heroyco esfu-rco de vigor dotado, mas en e; aduersario, y enemigo quando assi respiandesce, es estimado: 485 sera de mi opinion preua, o testigo, este celebre caso ya contado; y tambien de que nó solo en varones reparte el cielo sus preciosos dones. 62 fol. 53 vto.: Aqciei Dionisio, Rey Siracusano 490 llamaron con razon flaco, y medrow, pues de cobarde, timido, y liuia-u, se rnostrauü feroz, y riguroso: porque muy proprio del temor h um~ n o ilascer la crueldad, y de aiiimoso 495 g?cho, emanar la dulce mans+dumbre; scgu:~el cielo muestra en su costumbre. Fué tal el miedo, y tanta su torpeza, que en la mesma ciudad donde habiesua edificó vna torre, y fortaleza, 500 que con caua, y con fosso la cercnrra: alli metió el thesoro, y la riqueza, de las cosas de gusto, que el nmau?; donde fue su persona ericarcelsda, por tener la seguta y repararía. 505 Y e!> esta toire solam~:nle cntrauan dos hijos suyos de pueriles años, qiie !e seruian. y le acornpañituan: seguro de asechanzas, y de er:gsños: pero quando las noches le acercauan, 510 como quien teme (!e impensados daños; por leiiadiza escala le subia sin ellos, al lugar donde dormia. 65 fol. 54 r.: Con tal recato, y otros mas penosos passó el cuytado su cansada vida 515 y con todo, recelos sospechosos le tuvieron el alma combatida; "1 En el texto, 16. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx