Fénix 9, 81-196

notad como los pechos temerosos siguridad 110 halaln conoscida; que traza o mafia conseguir no puedo, 520 lo que naturaleza no concede. Fué tan cobarde, como poderoso, Xerxes el inclemente Rey Persiario, por donde vino a ser el reyno odioso, merescicndo renombre de tirano: 525 y menos que este se mostró animoso, el inicuo Amphiarao, quando el Tebano muro se combatió, pues en la tierra se escondió con temor de aquella guerra. Sin esto son de innumerable suma, 530 los que en el vil temor han i~currido, y assi pretendo retirar la pluma de lo que tanto ofende al buen sentido: y para que tampoco se presuma, que sois de inuidia la morada y nido; 535 si mi cansado aliento lo consiente yo mostraré descargo suficiente. 68 fol. 54 vto.: Aurique primero cifraré la alteza, el inclito valor, y ia osadia, de Hirena, dechado de belleza, 540 de vigor, traCa, zelo, y galiardia: pues contemplando, y viendo la aspereza, con que a los mas christianos perseguia Constantino su hijo, le dió muerte, venciendole por armas de esta suerte. 545 Fué sexto Emperador, aunque primero en el vigor y colera furiosa, contra aquellos, que a Dios manso cor- [dero imitauan en ley dulce y gloriosa: pues mandaua con impetu grossero, 550 y con dura intención, fiera, y dañosa; que les fuesse quitada por despojos la carn luz a los christianos ojos. Mandó Hirena porque el mal cessasse, y los de Dios no fuessen ofendidos, 555 que alguna gente en la ciudad se ar- [masse, de quien pudo sacar mil escogidos: y porque el infernal no se alexasse, y cresciesseri los llantos, y gemidos; formando esquadra, se partio a buscallo, 560 con esta gente en su feroz cauallo. 7 1 fol. 55 r.: Fué la batalla a todo rompimiento contra el hijo, la madre valerosa, mas el diuino auxilio en vn momento sacó a la Reyna libre, y victoriosa; 565 mandó prender ron singular aliento al mal Emperador, y no reposa hasta que le dexó ciego sin lumbre y assi murió con esta pesadumbre. Mas si el vencer fué caso milagroso 570 tan pequeño esquadron á tanta gente, conozcamos el pecho poderoso, lleno de christiandad, sabio, y prudente: quien emprendió combate mas honroso con enojo tan justo, y tan ardiente? 575 pues entre los que guerras han cursado nunca victoria tal se ha celebrado. Si el primero varon que fue en el suelo formado en natural ayuntamiento, causó la embidia tanto desconsuelo, 580 que al caro hermano dió mortal tor- [mento bien se puede afirmar que de este duelo el hombre fué e! origen, fué insiru- [mento; pues en hombre nasciendo, en solo el [hombre mostró su f u e r ~ a y diuulgo su nombre. 74 fol. 55 vto.: 585 Y tanto S+ pagó de la morada del pecho varonil, que nunca ha sido de su poncoña vil desamparada, antes como en su centro alli ha viuidoi y esta cierta opinion está prouada, 590 con que nunca jamas se ha conoscido de la gente que biue, ni passada; en la muger embidia tan protiada. No menos haze prueua suficiente, que sus lenguas modestas, y amorosas 595 no dizen del varon abiertamente, lo que dellas las suyas ma1icios.i~: y tengo por razon mas concluyente esta sola (a mi ver) que las viciosas, que los hombres alegan con mal pecho; 600 sin justicia, en fauor de su derecho. Y si acaso sin causa soys llamadas profanas (por el sabio) y jactanciosas, con injusta razon series notadas, de dañada invencion, y de embidiosas: 605 porque son muy puestas, y encontradas, estas dos objeciones cautelosas por donde claro con razon se entiende, que ninguna de entrambas os ofende. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953

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