Fénix 9, 81-196

190 FENIX Esta es prudencia en valeroso intento, que del alma diuina fue emanado heroyca empresa, y alto pensamiento, 140 no con algun defecto maculado: porque hizo de cielo el fundamento, llegando al cielo con lo fabricado; pero jamas peligro conoscido sin grande gloria \~iiloa ser vencido. 145 De noble estirpe, y en la antigua Grecia nascio Theodora, virgen tan bastante, que guardando este don, de que se precia, muestra su esfuerqo varonil constante: blandura femenil solo desprecia, 150 cuyo efecto le fue tan importante; que recobró y ganó su braco fuerte, lo que el Emperador perdió con muerte. 2 o fol. 72 r.: Esta fué hermana de la bella esposa de aquel que a Grecia tuuo sojuzgada, 155 Michael en !a antigua, y poderosa Constantinopla, corte celebrada: cessó en su tela Cloto presurosa, como en aquella de su dulce amada; con que el Imperio, de señor cansado, 160 sacudio el yugo, que juzgó pesado. Esto conosce la prudente Infanta, (de bien maior dignissima) Theodora, y con cesáreo orgullo ya lauanta vandera, y sale sin hazer demora: 165 rinde al ayrado, y. al soberuio espanta, con que de imperio vino a ser señora; hasta la fin de su gloriosa vida, siempre estimada, y con amor temida. Que mas victoria del furor Persiano, 170 de Tyro, y Tracia, el Macedonio tuuo, quando con juuenil; y fuerte mano entre las suyas, las primeras vuo: que mas esfuerce, o qual consejo sano igual a aquel, que conoscio, y mantuuo; 175 esta dama, diziendo está segura, con prudencia ligada la ventura. 2 3 fol. 72 vto.: Eduardo el Ingles, Rey poderoso fue hijo de Emnia, por su ser preciada, la que del vulgo injusto? y cauteloso 180 en poca honestidad se vio acusada: da le tormento el caso riguroso, y llora sin cesar ver se afrentada; ocupa el tiempo en solo desuelarse en que manera pueda acreditarse. 185 Al fin elige, que el ardiente fuego dé testimonio, y fé de su limpieza, para lo qual lo manda encender luego en cantidad disforme, y en fiereza: donde, sin esperar premio ni ruego, 190 se arroja, porque está de su pureza cierta; y assi la inexorable llama restauró, y aumentó su antigua fama. Porque en su iuerca auiendo se entre- ígado con espacio bastante, y suficiente, 195 para encender un marmol, no tocado quedó su cuerpo de la fuerqa ardiente: antes la ropa, de que fue adornado, intacta, y sana pzrescio ygualmente; que de intento honroso leuantados, 200 altos efectos salen, y encumbrados. 2 6 fol. [73 r.:]" Quien en virtud fundó más su espe- [ranqa con prompto coraqon, y fortaleza? o quien mas en verdad la confianca sin temer del tormento la aspereza? 205 quien a incurrido menos en mudanqa con animo tan lleno de grandeza? mas el fuego, y el agua, el ayre, y tierra, a la verdad jamás hizieron guerra. Fue el mesmo caso aquel de Gonegunda 210 muger de Enrico Principe Alemano, y Emperador, quando de aleue inmunda con yra le acusó el pueblo tyrano: ella, que sabe que en maldad se funda, sufre su pena, y mal, fiero inhumano, 215 conosciendo que solo es resistencia al dolor la constancia en la paciencia. Y viendo ser razon, no con razones determina vencer la torpe gente, pero con prueua tal, que dé pregones 220 desde el elado mar, al nuestro ardiente: para lo qual con fuerca de carbones planchas de hierro enciende prestamente; por cima de las quales se passea, de que se admira quien su fin dessea. 2 9 fol. 73 v t a : 225 Y con justa ocasion, pues ofendida en nada fue del fuego riguroso, siendo de la verdad fauorescida hija de Dios justissima, y piadoso: '9 En el texto, 72. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953

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