Fénix 9, 81-196

124 FENIX ORTOGXAFIA Claro es que el capítulo donde la documefitación enriquecería es en el del epígrafe, pues la ortografía de la Defensa es fiel testimonio de que la len- gua no ha salido todavía del período de confusión ortográfica que durará has- ta 1713, en que la Academia restablezca para la ortografía el prestigio de la etimología y confirme la natural tendencia fonética del español. Junto a una ortografía uniforme aparecen, así, signos de disconformidad o vacilación or- tográfica. Para conformar la escritura con la pronunciación escribía Valdés con 'f' desechando así las viejas formas con 'p' y las calcadas sobre el griego con 'ph'. No hallamos una norma en la Defensa, aunque sí elementos capaces pa- ra hacernos pensar que en la misma corriente estaba Dávalos, sobre todo si atendemos a que las voces que escribe con ph son o cultismos o voces onorr.4~- ticas griegas. Sí hallamos discrepancia en el uso de la 'f' simple y la "ff" do- ble. Así tlenemos (passim) offensa y offender, frente a defensa, y casos como Phoenix, nymphas (1, 3 d y 11, 63 b), triumpho (1. 26 g) ; prophefizado (1, 58 b); tropheo (111, 57 d); Alpheo (111, 58 a), pero fraudolenfo, feminiles (1, 28 c, 1, 1 b). La discon~ormidadortografíaca es visible en las formas dobles con que parecen autorizadas unas palabras: así conoisce (1, 52 a ) , y conoce (1, 24 e); illustre (1, 70 c) e yllusfre (passim); dessabrida (1, 54 e y passim) y dessabri- da (1, 70 f); aceleradas y acceleradas (1, 61 c y 67 d), que interesan para el testimonio fonético; cuitó (1, 62 c ) y cuyfado (1, 67 g); peccado y pecado (passim); imbidiosas (1, 9 e j , etnbidioso (1, 23 ch) e invidioso (IV, 21 ch); fraudolento (1, 28 e ) y fraudulento; desculpadas (1, 12 c), desclslparos (11, 44 d ) y disculpa (1, 12 e, 11, 5 f); feminiles (1, 1b ) y femeniles; phenis (1, 3 d ) y phenix (11, 71 g); excellernfes y excelentes (passim); nymphas (11, 63 b) y nimphas (11, 59 f); exhortava y exortava (111, 6 e ) ; cobdiciosa (1, 5 ch) y co- diciosa (111, 49 ch); deleyfoso y deleifoso (111, 67 g). Ortografías caprichosas son, por ejemplo, la de desmalla (1, 65 c ) q u e aparece rimando con bafalla y halla, de donde resulta interesante documeilto fonético, y la de desecho (1, 70 d) , flexión de 'deshacer', coincidente con las que usa para deshechar (1, 73 ch), flexión con significado de 'desechar'. Ha- cia la edad media y al mismo tiempo hacia el italiano mira la ortografía de malina (11, 18 e), bien que está documentada en la edad de oro. De la va- cilación g/j son ejemplos voces como lenguage (11, 2 a), dexar, jactanciosa, congoxasa, injusta (passim). Del uso de la -h, para coincidir con el criterio de Nebrija, y hasta con el de Juan de Valdés que dice no pronunciarla aun le- yéndola (Diálogo de la lengua, ed. Montesinos, 79); dos significativas voces nos ofrece al respecto Dávalos y Figueroa: dada (IV, 22 b) y orizonfe (IV, 47 d). Entramos ahora en el apartado de las confusiones fonéticas, que expli- can diversidad en la ortografía. B/V.-Hallamos gouienna (11, 91 g); voz (IV, 2 b) junto a boz (11, 53 d); vandera (1, 77 d y passim); bolar (1, 60 f ) ; covardía (1, buelo (1, 3 c,, Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953

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