Fénix 9, 81-196

mas es, señora, por auer yo sido primero, en aspirar a tanta gloria Cílacse seguidamente como refutación el "secreto" de Angirona, comparada con diosas como Belona, Ceres y Minerva (4-7); el raro ejemplo de Epicaris (8-18); el extenso relato de Leona (19-33), recordado también en el Corte- sano de Castiglione; con reminiscencias grecolatinas de la "fiera tigre" antc: los que "fueron robadores" de sus hijuelos. Vuelve a insistir Dávalos, en la re- flexión que se sigue (34-42) puntualizando que El que en virtud no está muy adelante, siempre codicia escurescer la [fama] agena, (111, 34 ab) y pide ejemplos de hombres que puedan equipararse a esta mujer. Recuerda luego el caso de Ipo (43-51); exalta la figura de Canaces (52-53); reconstruye el socorrido caso de Filomena (54-57); mezcla historia y mitología trayendo a co!acióil el recuerdo de Aretusa (58-61); presenta como ejemplar la virtud de Clelia (62-67); ofrece el testimonio del triunfo contra Porsena, que continúa el relato anterior (68-71), y va a dar en el caso de Artemisa (72-75), para recordar en seguida, en bloque (76) a Dido, Anaxarte, Vesta y Diana entre los casos ejemplares de firmeza. Termina el canto con la historia de Corona, ape- nas mentada (77) y con la reflexión sobre la honestidad (78) y el anuncio de? próximo canto: y pues esta verdad, pechos tiranos, la poca vuestra dexa condenada; a2 cuarto canto passare la pluma, dó mostraré gran ser en breue suma. El cuarto canto se encarga de combatir la acusación de cobardes y en- vidiosas que pesa sobre las mujeres. La reflexión inicial (1-3) adelanta la idea de que no se mide el "vigor de valeroso pecho" por la fuerza corporal ni la robustez física; así también no bastan la blasfemia y la soberbia para testimo- nio eficaz. Matronas hubo que, carenies de Robustos miembros, fuercas corporales (IV, 1, a) mostraron el valor de sus personas (ibid., g) Si la voz con que cante Dávalos ha de ser de "destemplada lira", la amerita la intención, la voluntad: ejemplos mitológicos son para el caso el de Belona y el de Palas. Las citas pertenecen ahora a algunos cacos documentados en las Escrituras, o venidos a Dávalos por la vía de Flavio Josefo. Ahí están, iniciando el catálogo, los casos de Judit (4-5) y de Iahel (6-7), también traí- dos a cuento en el Discurso en loor de la poesía. Síguense el elogio de las mu- jeres romanas en su acción contra Coriolano (8-15), reforzada por su confe- sión de que la historia de Roma se encarga de exaltar los hechos que él ofrece (16-17). Desfilan así Camila (18-21) de alta virtud y vigor encumbrado; el Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953

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