Fénix 9, 81-196

siendo acabado, puso en el su esposo, y con verlo, de modo se ha encendido on excesiuo llanto, que la vida en el quedo deshecha, y consumida. (III,74 defg) No nombra Dávalos por su nombre a Virginia, a quien va dedicado el cap. LVI del libro de Boccaccio; pero a sus hechos se refiere en el primer canto (1, 69-70) sin los pormenores que ilustran el libro italiano: Diga Apio Claudio, aquel fiero Romano la firmeza y valor, de una donzella, a la qual no venció su franca mano, y menos su rigor pudo vencella; (I,69 abcch) Lo mismo cabe decir de Paulina, sólo rememorada por Dávalos en los versos siguientes : O quien pudiera con sangriento lloro conseguir un valor tan soberano; como Paulina, dó se esmalfa el oro de amor constante, pues con presfa mano quiso imitar en la escogida muerte u su esposo, varon tan sabio, y fuerte (I,50 chdefg) y que no guarda contacto alguno col1 la misma historia en Boccaccio, venida por la vía de Fiavio Josefo (RFH, IV, 335). Larga es en el De Claris mulieribus la historia de Sofonisba (cap. LXX), que si bien muere envenenada en el relato, como ocurre también en la De- f e ~ s a , halla en ésta una distinta explicación, pues Dávalos presenta el hecho como suicidio en tanto que del texto de Boccaccio el veneno le es enviado por el rey, a sabiendas de la propia Sofonisba. Difieren en Boccaccio y en Dávalos la historia de la mujer del rey galta Orgías, que resulta forzada en el primer relato por el centurión, cosa que no se desprende de la Defensa; coinciden las dos obras en la muerte. En camtbio coinciden las de Tercia Emilia, mujer de Escipión el Africano, en desarrollo y extensión. No habla especialmente Dávalos de Dripetua, pero a ella alude en el Canto IV, estancias 34 y 35, en forma que no autoriza a pensar en Boc- caccio como modelo. Muy breve es la mención que en la Defensa se hace de Julia, primera mujer de Pompeyo, que es recordada por Boccaccio en el cap. LXXXI en po- cas líneas. En Dávalos no se da la noticia de que estuviera Julia embarazada cuando tropezó con la ropa ensangrentada de Pompeyo, pero el clima del re- lato mantiene fidelidad con el texto boccacciano. Al recuerdo de Julia sigue en la Defensa, como en el libro que venimos estudiando, el de Porcia; cállas~ en la versión de Dávalos el episodio de la navaja y apenas se da la noticia de SLI muerte, conocida la de Bruto, con carbones encendidos. Dedican ambos autores buena extensión a la historia de Epicaris para alabar su discreción. Las historias coinciden en parte; 1-10 se da en DSva'i.3~. sino el empeño de Epicaris de callar ante la justicia cuanto sobre la con- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953

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