Fénix 9, 81-196

jaración contra Nerón sabía. El capítuio que dedica Boccaccio a Pompeya Paulina, la mujer de Séneca, se ve condensado en una mención en la Defensa (1, 52). El último nombre recordado por ambos escritores es el de Zenobia; a las calumnias que recuerda Boccaccio parecen aludir las exclamaciones que Dávalos pone en boca de la reina de los Palmerinos. Las versiones difieren y sólo concuerdan en exaltar la castidad de la mujer. En dos casos podríamos admitir coincidencia de Dávalos con Boccaccio. Ambos se esmeran por injertar en las narraciones apóstrofes destinados a exal- tar a las mujeres loadas, o a censurar la maldición de las gentes, o a increpar al varón, incapaz de los hechos que se exaltan en las mujeres. Ambos coinci- den en la intención ejemplarizadora que pudiera desprenderse del catálogo, y muy bien lo expresa el italiano: "ca los hombres soñolientos e de p o leyendo muchas fa- zafias e empresas espantosas: e de tan sobrados esfuerces de mujeres: sentirain graue aguijon para que no sean de ~nc-.nos que ellas" (cap. Conclusion, fol. 106 a ) De otro lado es singular que ambos autores omitan el recuerdo de las santas. En Boccaccio la decisión va expresada en estos términos: "e porque de las sanctas: hombres sanctos scriuieron sus hystoxias de guisa que no es menester aqui dezir ni ecriuir por nos algo" (fol. 105 vto.) Podría pensarse que las diosas y santas a que alude Dávalos no son las del santoral cristiano, porque el ejemplo que trae en seguida a colación es el de Vesta, pero creo que se salva y se emparienta con la declaración de Bocceccio el hecho de que aluda a las "canonizadas": No es necesario leuantzr el buelo, para en constancia ser acreditadas a las que gozan del Impireo cielo, que son por sanctar ya canonizadas; de quien nos consta que en el haxo suelo por su firmeza fueran señaladas, (I,93 obcclide) CASTIGLIONE Si es verdad que hay un constante mirar a Garcilaso, y a través de él una 1,enta y penetrante cultura italianizante a lo largo de la obra de Dávalos y Figueroa, no puede extrañar que ambas características confluyan en la ma- nifiesta influencia de Castigiione en nuestro astigitano. La Miscelánea, en muchos de sus capítulos, sobre todo en aquellos que se refieren a la amistad, a las cualidades de la mujer y a las del caballero, no hace sino verter ideas desprendidas del Cortigiano de Castiglione. Y si es cierto que la tradición en que la Defensa se inserta arranca en España de 1417, no lo es menos que la voz más cercana y el modelo más apegado al esquema de Dávalos surgen Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953

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