Fénix 9, 81-196

del discurso con que Micer Bembo cierra el Libro $V del Cortesano, cuyas ideas sobre el amor pugnan en la Miscelánea con aquellas otras que León Hebreo había expuesto en obra que el Inca Garcilaso apenas hacía diez años había vuelto a poner en romance. Miscelánea y Defensa copian aparentemente sobre Castiglione la téc- nica de anunciar, al fin de cada conversación (o al fin de cada canto, en la Defensa) el tema de que tratará el capítulo o el canto subsiguiente. Todas tres recurren al artificio de la anécdota cuando buscan confirmar los asertos. Todas tres procuran, cuando la conversación llega a su punto crítico, evitar prolijidad. Todas tres recurren al artificio de cambiar de tema apenas el ha- bla "comienza a ser pesada". En opinión del señor Magnífico (Cortesano, 111, 2) , la dama necesita tratar "mansamente7'lo que sabe y debe practicar los ejercicios que le son pro- pios "con aquella delicadeza blanda'' que le es peculiar: todo cuanto Pallavi- cino y Otaviano piden para el caballero, reclama él para la mujer de calidad: ". . .digo que yo quiero que esta Dama alcance algun co- nocimiento de aquello que estos caballeros han querido que sepa el Cortesano" "quiero que esta Dama tenga noticias de lefras, de música, de pinturas; y sepa danzar bien. . . y sabrá entretener discreta- mente y con gusto a cuantos tratare". De todo ello, con excepción natural de la danza, sabe Cilena en la Miscelánea. Esas son las cualidades que en algunas mujeres busca exaltar la Defensa. Se explica en ambos casos la omisión de toda referencia a los bailes, pues nadie ignora que en el pensamiento de la Contrarreforma los bailes comienzan a concentrar muchas censuras; y si es verdad que ello no alcanza a hallar testi- monio en Dávalos, lo tiene en el Discurso en loor de la poesía, donde se pone especial cuidado en censurar "la zarabanda" y otros bailmes, sospechosos de inci- tar a la concupiscencia en el criterio de los contemporáneos. Dávalos y Castiglione coinciden además en el elogio de la mujer, así como en el buscar apoyo en San Jerónimo: "De otras muchas mujeres, de las cuales no se hace tanta cuenta, podréis vos mismo leer si quisiéredes, en mpecial en Sant Hieronimo, el cual celebra algunas de sus tiempos con tan ma- ravillmos loores, que bastarian para cualquier hombre, por santo que fuese" (Cort. III,2) El Señor Magnífico (loc. cit.) pone mucho interés en destacar el empeño con que debe tenerse "en más la honra y la obligación della que todos los peligros del m~undo". Dávalos dedica algunas referencias a la honra en la Defensa, aparte de que sobre fama, honra y honor ha hablado en la ,Mis- celánea a propósito de las cualidades del buen caballero. Triunfar de los fuertes es ganar con honra, y en cambio poco honor y honra da el triunfo sobre los débiles: Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx