Fénix 9, 81-196

160 FENIX siguio las guerras siempre victoriosa, pero siendo en Cartago destroiada, 575 quedo en prision por el feroz Romano, con que pudo quedar y quedó vfano. Mas por cortar el hi!o de su gloria, y librarte de acerba seruidumbre; quiso gozar de sí triumpho y victoria, 580 el yugo deshechando y pesadumbre; para lo qual' y por dexar memoria de su inmenso valor, y clara lumbre; vil veneno tomó tan riguoroso, que fue para matarla poderoso. 74 fol. 13 vto.: 585 Pues esta habilidad tan encumbrada, y que permanescio mas que la vida, no se puede sufrir que esté ocultada, a quien su celsitud está abscotidida; firmeza fue copiosa y celebrada 590 de los sabios y dellos conoscida, porque al sumo valor, la muerte hon- [rosa vida le causa eterna y victoriosa. Cesaréa muger de vn Rey Persiano, a quien dotó de lo que pudo el cielo, 595 siendo fiero el marido y no christiano, y ella viuiendo falta de consuelo; partio de Persia con aliento humano, pobre de gente, y rica de fé y zelo, que en el animo firme y valeroso 600 no ay peligro ni trance riguroso. Y assi rompiendo vn mar de inconue- [nientes, llegó a Constantinopla, do imperaua vn justo Emperador, que con potentes legiones la fé sancta sustentaua; 605 de Cesaréa vió las excelentes partes, y la beldad, con que illustraua su mas que humano ser, y fue sabida la causa principal de su venida. 7 7 fol. 14 T.: En ley nasci, mas no la verdadera, 610 Señor (le dize) pues su fundamento caresce de razon en tal manera, que nunca á satisfecho á mi talento; sigo la sancta cruz, que es la vandera de Christo con el alma y puro intento, 615 y para que mejor la siga en todo, pido el baptismo, su estatuto y modo. DQxo a mis hijos, casa, Reyno, y tierra, a mi esposo dulcissimo y amado, porque me haze el alma cruda guerra 620 verlo a supersticiones inclinado; halle benigno el mar, llana la sierra, y en tu grandeza premio a mi cuydado, do prende mi esperaqa, y donde veo que á de colmar el cielo mi desseo. 625 Este se incluye, en que mi charo esposo quiera seguir y siga mis pisadas, con que su reyno rico y populoso clexará ceremonias deprauadas; y s i esto nó; prometo al poderoso 630 dexar aqui mis ansias sepultadas, pero fío en la luz, que me á alumbrado, ser conduzida al puerto desseado. 80 fol. 14 vto.: E l Rey que ignora el rumbo,y el camino, aunque no la ocasion de su partida, 635 gime, lamenta, llora, y pierde el tino, y aun la esperanza de gozar la vida; piensa, recela, teme, y vése indigno de que su voluntad fuesse ofendida; mas siempre aflige al bien enamorado 640 qualquier sospecha, de perder lo amado. Vn opulento exercito apercibe, para buscar a su querida esposa, y al mesmo punto de partir rescibe, de su estado la nueua tan dichosa, 645 al sabio Emperador, el rey escribe, le buelua su muger cara y preciosa; donde no, le promete cruda guerra a fuego y sangre por el mar, y tierra. Cesaréa, sabiendo esta embaxada, 650 ante el Emperador se prostra y dize, no es justo que por mi sola cuitada el demonio tan grande fuego atize: menos es bien yo haga tal jornada, antes que mi consorte solemnize 655 el baptismo. pues no es decente cosa de quien a Christo niega, ser yo esposa. 83 fol. 15 r.: Esto fue causa de que el Rey viiiiesse, y con quarenta mil se baptizasse, y que todo su reyno rescibiesse 660 el dulce yugo y ley, y la guardasse; firmeza fue ocasion que sucediese tan grande bien, y el cielo se alegrasse: ved que sin fuerqa y quan mal se de- [fiende, quien contrastar a la verdad pretende. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953

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