Fénix 9, 81-196
Y se muy bien, que de esto es sabidora vna noble muger graciosa, y bella, 195 a quien el reyno, y la ciudad honora, por el mucho valor que allí se sella: la qual no sufrira tormento vna hora, sin descubrir lo que se encubre en ella: por dó comeil~sreis,pues su figura 200 pertinacia no muestra, mas blandura. El que en su coracon siente flaqueza, y en si vn vigor medroso y limitado, y que en virtud, saber, fortaleza, 110 puede ser por fama celebrado: 205 buelue la hoja, Y libre de tibieza procura conseguir nombre encumbrado; por modos de ignominia, y por senderos, llenos de abrojos, y despeñaderos. 2 7 fol. 34 vto.: Y assi deuio ser el imprudente, que la conjuracion á reuelado, por que lo estime la tirana gente, en lo que por bondad no fue estimado: mostrose amigo, afable, y diligente, sin acordarse por lo que es culpado; que siempre el cielo la virtud exalta, y nunca al malo su verdugo falta. Y si prúte1.de la enojosa muerte gozar pensando de inmortal memoria, mejor híziera en procurar tal suerte, por otro medio de maior victoria: 245 que en las mugeres presuncion de duro corazon, no causa gloria; [fuerte antes renombre improprio, y enojoso, disonante, disforme, y afrentoso. Mas conosciendo de su buen talento 250 el esfuereo y vigor no fatigado, mandan mudar especies de tormento, del vno al otro con rencor sobrado: todos los prueuan, sin cessar momento quantos Mario, y Perylo an inuentado; 255 y al fin de todos vieron tal firmeza, que la dexan gozar de su belleza. 33 fol. 35 vto.: Fué con razon de Athenas celebrada, su gran constancia, pues que siendo [muerta, por Diosa del callar fue venerada, 260 y puesta encima de su roca y puerta, fue Leona sin lengua figurada, porque la fama cante con voz cierta; que quien del bien la celsitud procura, siempre consigue su maior altura. Prender punto mandan la donzellaj 265 El que en virtud no está muy adelante, y que con fuerca se le dé tormento, siempre codicia escurescer la agena, donde paresce luminosa estrella y si alguna la estima, de ignorante, 220 venida al suelo desde el firmamento: lo acusa, llama, juzga, y lo refrena: cuyo dolor no pudo conuencella, oor este modo el hombre mas constante para que mude tan heroyco intento; S 270 con el solo culparos, se condena; mas con silencio haze cruda guerra, pues os quiere vsurpar por su consuelo que en prudente callar mucho se en- vn don, que influye, y os concede el cie- [cierra. [lo. 225 No tuuo el suelo fiera tigre yrcana de rabia llena por los ca~adores, que con cautela y cobdiciosa gana de sus hijuelos fueron robadores, como aquella infernal gente tirana 230 se le mostró, aumentandole dolores; a quien conosce con su buen sentido, que lo que es bien negado, es mal sa- [bido. 30 fol. 35 r.: Cresce el furor, y cresce la locura en los soberuios, y asperos tiranos, 235 sin que les mueua tanta hermosura, a templarse en la furia de inhumanos: oye el verdugo, tuerce, tuerce, apura, dale otra uelta con entrambas manos, frequente el agua la ofensiua .<oca; 240 hasta que muera tan soberuia loca. Saber quisiera de quien es ó ha sido de amorosa ponzoña lastimado, 275 y de la flecha del sin luz Cupido el pecho tuuo, y coraqon llagado: si por ventura fue fauorescido, qual se mostró en hablar mas recatado, para que el bien de amor fuesse cubierto, 280 y por sospecha nunca descubierto; 3 6 fol. 36 r.: 1 si lo vino a ser, por cuya culpa, poco recato, y falta de cuydado, porque creyera quien sin causa os culpa la sin justicia con que os ha culpado: 285 pues si pudiera, para mas disculpa yo les mostrara al viuo figurado. qusnto os refrena al amoroso objeto: solo el temor de falta de secreto. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953
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