Fénix 9, 81-196

Menos amor le tuuo Octauiano, 290 quando con Fuluio su compuesto amigo, comunicó lo que su proprio hermano no fuera justo dello ser testigo: ganó el Emperador pos de tirano con los suyos, y nombre de enemigo; 295 pues con este secreto reuelado, causó un gran daño nunca remediado. Mas pudiera dezir, si conuiniera con el defecto ageno acreditaros mas la cierta disculpa, y verdadera 300 (Bellas señoras) era no alabaros: que donde la verdad es tan entera, sin esmaltarla bien podra ampararos; pues de mundana gloria, y de alabanqa el que menos pretende, mas aicanca. 39 fol. 36 vto.: 305 El que en disputa niegue el fundamento, iamas de la razon es conuencido y quien en falsedad funda su intento, siempre en sus yerros queda mas perdi- [do: por la mesma ocasion causan tormento 310 con su falsa opinion, y mal sentido los que afirman con lenguas venenosas, que sois, de lo que Venus, codiciosas. Pues maciilaros de lo que es tan nuestro es vn delito nunca imaginado, 315 y el quereros quitar tan vuestro aura de ser del cielo castigado: al que en seruiros se halló mas diestro, pregunto yo de quantos fue rogado; o quantas perturbaron su reposo 320 hazisndole de casto ser vicioso? No digo yo que siendo prouocadas negais la leyes de naturaleza, ni que nunca os hallais de amor li- Cgadas, hasta perder el dote de pureza: 325 mas afirmo que sois siempre incitaclas, con cautela, con maña, o con destreza de amorosa razon, que es quien oblige, porque tiene poncoñ2 con que liga. 42 fol. 37 r.: Materia es esta, donde se pudiera 330 fulminar vn processo, y larga historie, y donde el torpe vulgo conosciera alguca parte de tan gran victoria: pero como mi pluma solo espera agradar a los labios, que en memoria 335 tienen que sois de castidad la fuente, vsaré breuedad en lo presente. Salio de Grecia Ipo noble y bella por las soberuias ondas de Nepturio, siguiendo el rumbo de la fixa estrella, 340 aunque luego quedo sin viento alguno: y de esta dilaciori forma querella, contra Eólo, Thetis, y Portuno, y con razon, porque es cosa sabida, que su inclemencia le costó la vida: 345 Pues dende a poco ven vna galera, que a remo y vela por el mar corria, bien artillada, y suelta de vandera, que en fresca sangre tinta parescia: clama el piloto, gente es estr~ngera, 350 que por nuestro dolor haze tal via; no nos pongamos en hazer defensa, pues nos ha de causar maior ofensa. 45 fol. 37 vto.: Llegan al fin los fuertes aduersarios, a robar a los Griegos su riauio, 355 v como ferocissimos cossarios muestran esfuer~o,y riguroso brio: y no menos que dueños proprietarios, sin tenior con denuedo, y con desuio sacan la naue de f u e r ~ aremolcando; 360 con triurnpho la victoria celebrando. Y sin mas dilacion, de los rendidos mandan hazer la vencedora lista, y en medio de los tristes afligidos la summn rlc beldad vino a ser 365 por ella los demas son conuenidos en sana tregua de la gran conquista; porque quiere e! caudillo tal vict~ria conuertirla con Ypo en dulce glorla. Qual fiera que cn rcontaña o cileua obs- [cura 370 coge a la tierna. y simple ceruatilla, y en su poder la juzga tan sigura, quanto con mas temor ella se humilla: mas descuidada en medio la espesiura se lo escabul!e libre de manzilla: 375 por este modo pierde aquel tirano 13 cara presa, suelta de la mano. 48 fol. 38 s.: Porque viendo que estaua su enemigo de lo que ella pensaua descuydado, y en libertad el esquadron amigo, 380 y el sacrificio en ella ya aplazado: al furibundo mar hizo testígo de la beldad, que el cielo la a esmal- por no llegar a verse despojada [tado; de su virginidad tan estimada. *) En el texto. 48. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953

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