Fénix 9, 81-196

sube en su carro: y llega a los desiertos, a donde luego vió su duelo estraño; y vió tambien los fieros enemigos, 240 que de su quexa y llanto son testigos. De alli apercibe para dar batalla, aunque vé que le sigue poca gente, y por esto no cessa de animalla, como animosa, diestra, y eloquente: 245 y dice en alta voz, para exhortalla; sabed amigos, y esquadron valiente, ques es mas temida la virtud perfecta, que aguda laiiqa, ni mortal saeta. 32 fol. 48 vto. Y pues esta en vosotros resplandesce, 250 de que yo soy testigo en lo passado, no presumais que está dó no paresce como por lo presente aueis hallado: mostrad aliento pues con el descrece el aparente esfuerco mal fundado, 255 y con esto os ofrezco la victoria, y por ella en la fama eterna gloria. Tan sabia exhortacion la Reyna hizo, que su pequeño exercito esforeado, como sol a la niebla, assi deshizo 260 al enemigo en sitio reforqado: y por no me tardar, no solenizo el valeroso assalto executado, pero notad, por lo que aquí parece, que virtud alabada siempre crece. 265 Desamparan el campo los vencidos, con temor de los fuertes vencedores, aun que los mas son muertos, y heridos de poco gente siendo matadores, y entre aquellos a muerte ya rendidos 270 hallaron lamentando sus dolores al Capitan, y siendo preguntado de Mitridates, dixo, ser Legado. 35 fol. 49 r.: U para darle ignominiosa muerte, y la Reyna quedar mejor vengada, 275 passó por cima con su carro fuerte, con furia y saña nunca imaginada: y assi triumphante de tan buena suerte, y luego se buelue a su ciudad amada; dó tan triste, quan llena de ventura, 280 les concede a sus hijos sepultura. Qual Anibal, qual Cesar que Africano canta la fama, ni quedo en memoria, que en mar, en tierra, que en el mon- [te, o llano aya gozado de tan gran victoria? 285 y en tal estremo del esfuerzo humano ha publicado, como yo en historia, que en femeniles miembros, fue nascido y encarcelado en malicioso oluido. Venga Poncela, luz de los franceses, 290 que con su astucia, con su esfuerqo y [arte domeño la soberuia a los ingleses con mas fiereza que el sangriento Marte: todas sus galas eran los arneses, su bien, seguirlos por qualquiera parte, 295 mas en el fuego fenescio la vida, no pudiendo por armas ser vencida. 38 fol. 49 vto.: Nunca pudieron los ayrados pechos al suyo opuestos de acordado intento, aniquilar la fuerca de sus hechos, 300 ni el fuerte brazo, y singular aliento: antes temiendo todos ser deshechos, se valieron de aquel fuerte elemento; mas no consigue vencimiento honroso quien milita en combate cauteloso. 305 Vsando estratagemas conuenientes, y siendo braua, quanto fué hermosa, pudo Ménor vencer a los potentes gigantes fieros, como valerosa: y para reprimir sus accidentes, 310 se les mostraua mansa y amorosa; y a las uezes con yra gouernando, ~ermanesciósobre ellos imperando. Pues lo que deue el Capitan no obserua, vsando siempre de rigor furioso, 315 y nunca la victoria se conserua, con el rendido siendo riguroso: por lo qual menor fué, Palas, Minerua de zelo vigilante y cauteloso, escusando amenazas de aspereza; 320 que es señal infalible de flaqueza. 4 1 fol. 50 r.: Con fuerca de razon esta llamando a mi pluma Zenabia, casta, y bella, y el passado interualo condenando, forma agrauio de mi, forma querella: 325 y en ella dize, pues estas mostrando de tan inmensa luz esta centella: mira bien, que dexarme escurescida, no se deue a las obras de mi vida. Pues soy por quien, por cuyo esfuereo [y mano 330 sin hallar a mi colera embaraqo, fueron llenos de miedo los Romanos, a nadie aprouechando fuerte braco: Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.9, 1953

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