Primer Congreso Constituyente

ACTAS DE LAS SESIONES PUBLICAS 149 ción. Proscribid para siempre os ruego. tan tremenda autoridad ¡esta autoridad que fue el sepulcro de Homa! Fué laudable, sin duda, que el Congreso, para franquear abismos horrorosos y arrostrar furiosas tem– pestades, clavase sus leyes en las bayonetas del ejército libertador; pero ya que la nación ha obtenido la paz domestica y la libertad polí– tica, no debe permitir que manden sino las leyes. "Señores: el Congreso queda instalado. "Mi destino de soldado auxiliar, me llama á contribuir á la li– bertad del Alto Perú y a la rendición del Callao, último baluarte del imperio español en la América meridional. Despues volaré a mi patria, a dar cuenta a los representantes del pueblo colombiano, de mi misión en el Perú; de vuestra libertad, y de la gloria del ejército libertador.- Bolívar''. El Sr. Presidente en un breve discurso demostró al Libertador la gratitud del Congreso por los grandes bienes que sus victorias habían proporcionado al Perú, y que si no podían ser mayores, solo al consi– derarse libres de la opresión de un enemigo feroz, tambien eran ine– narrables é inconcebibles los males á que estaba expuesto si no conti– nuaba con la misma facultad que el Congreso le <lió en diez de Febrero de ocho cientos veinte y cuatro. Que esta era la resolución de la Soberanía nacional, que las circunstancias exijlan que la ad– mitiese. El Libertador contestó con un discurso enérgico, que estaba pronto y ofrecía emplearse con todas sus facultades en el servicio d e la República del Perú; pero que ya era llegado el caso que el Con– greso nombrase el gobierno conforme a sus leyes. Que el terrible tí– tulo de dictador y del que babia usado con las modificaciones que en toda concurrencia le sugería la aversión á este mando, lo resigna– ba con gratitud al Congreso por la ilimitada confianza que hizo de su persona, y con resolución de no continuar en él. El Sr. Larrea tomó la palabra, y en un enérgico discurso mani– festó que la más completa anarquía devoraría al Perú si el Libertador no se prestaba á ejercer sin intermisión la autoridad de que estaba re– vestido; y se retiró el Libertador. El Sr. Arias hizo la siguiente proposición : "que se votasen tres ac– ciones de gracias, primera, al Congreso y Gobierno de Colombia - se– gunda, al Libertador- tercera, al ejército unido". Se votó; y fué apro– bada. El Sr. Arce hizo las siguientes proposiciones: Primera: el Liber– tador de Colombia queda encargado de la dictadura de la República peruana hasta que esté terminada la guerra, y enteramente asegurada la libertad. Segunda: se le autoriza para alterar los artículos de la Constitución relativos a elecciones, en cuanto contribuyan á la felici– dad y libertad de ella. El Congreso dispensó las formalidades del

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