La expedición libertadora

157 los americanos del norte) las dificultades de una federación, ¿qué será de nosotros que carecemos de aquellas ventajas? Amigo mío, si con todas las provincias y sus recursos somos débiles qué no sucederá aisladas cada una de ellas? Agregue usted á ésto las rivalidades de vecindad y los intereses encontrados de todas ellas, y concluirá usted, que todo se volverá una leonera, cuyo tercero en discordia será el enemigo. Nada particular de Chile, excepto la variación de plan del enemigo, él se había propuesto atacamos persuadido de la sa– lida de las tropas de ésta para el Perú, como se lo había hecho entender, pero un maldito chileno se me pasó al enemigo y me trastornó todo el plan. Seguimos en ésta con una tranquilidad octaviana y lo mismo en el resto de la provincia. Ayer estuvo en ésta su papá de usted, en ésta estuvo de buen humor y con su hon~adez heredada. Adiós, mi amigo apreciable, dé usted mis afectos á todos los compañeros y sea usted tan feliz como lo desea su invariable José de Sn. Martín. -0- (83) Mendoza, 12 de marzo de 1816. Señor don Tomás G<>doy. Mi amigo muy apreciable: Su comunicación del 24 del pasado llegó á mis manos y fué ranto más satisfactoria, cuanto me anuncia la reunión próxima <le! congreso, de él esperamos las mejoras que nos son necesa· rias, y si éste no lo hace, podemos resolvernos á hacer la gue– rra de gaucho. Se me acaba de avisar que el correo de ésa sale á las doce, L·uando creía no lo hacía hasta mañana, así es que se lo escribo á usted.

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