La expedición libertadora

159 cha razón) nos tratan de insurgentes, pues nos declaramos va– sallos. Esté usted seguro que nadie nos auxiliará en tal situa– ción, y por otra parte, el sistema ganaría un 50 por ciento con tal paso. Animo, que para los hombres de coraje se han hecho las empresas. Veamos claros, mi amigo, si no se hace, el congres0 es nulo en todas sus partes, porque reasumiendo éste la sobe– ranía, es una usurpación que se hace al que se cree verdadero, es decir, á Fernandito. Por lo que veo, Chile no se toma el año entrante, pues para ello se necesita trabajar en los aprestos todo el invierno y no noto se dé principio. Nada por ésta de particular. Su viejo muy guapo y cada día más amable, no es por ser su padre y sí porque reune virtudes muy marcadas es acreedor á la estimación de sus conciudadanos. Adiós, mi buen amigo, sea usted tan feliz como lo desea su José de Sn. Martín. (85). Mendoza, 24 de abril de 1816. Señor don Tomás Godoy Cruz. Mi Amigo y paisano querido: Veo lo que usted me dice en su apreciable y reservada del 11, sobre la opinión favorable en que me tienen los alvearistas; bien poco me importa ésta, y la de los demás innumerables par– tidos, con tal que mi conciencia no me dé remordimientos. Se me escribió de Buenos Aires para la venida del bicho de García, y como yo no le doy a este insecto la importancia que en ésta, oficié el cabildo sobre el particular; éste, con su acostum– brada moderación, me manifestó los inconvenientes de su pre– sencia, pero que lo dejaba á mi elección, para que hiciese lo que gustase: esta sola insinuación fué suficiente para que el tal ex asesor no aparezca por ésta jamás.

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