La expedición libertadora

210 EXPOSICION DE LOS OFICIALES DE GRANADEROS A CABALLO DEL EJERCITO DE LOS ANDES, SOBRE LAS OPERACIONES DE SU REGIMIENTO EN LA MEMORABLE ACCION DE CHACABUCO {118) Desde Ja edición de la carta inserta en el Censor N. 83, sen– tiamos ya que las repetidas incidencias que ella necesariamente había de producir, ofendiesen el triunfo de Chacabuco por medio de los mismos agentes que dieron a la Patria aquel día de tanta gloria. Asi es que las reclamaciones del General Soler y la del Ba– tallón N. 8 al paso que comprometían el honor de los Granaderos a Caballo si, fuesen los únicos que guardasen silencio, suspendían nuestra voz por no pasar por el rubor de que a la distancia se pu– siese en cuestión el mérito de Ja victoria. En este contraste hemos permanecido luchando con la contradicción de sentimientos, has– ta que ha podido más que todos ellos el decoro del Regimiento, especialmente quando el zelo y delicadeza individual en nada per– judican al hecho (que no puede cambiarse); y la Patria es libre por el esfuerzo de sus armas, en cuyo obsequio todo debe sacri– ficarse. Podemos lisonjeamos de Ja opinión que han merecido los Granaderos a Caballo en todos los puntos a que ha llegado la noticia de su valor y disciplina. Ellos han sabido siempre distin– guirse: y nadie ignora que en la feliz jornada del 12 de febrero tuvo gran parte el sable para decidir la suerte de Chile. Una re– lación compendiosa de nuestras operaciones en esta campaña des– vanecerá la equivocación, con que el General Soler asienta en su carta que uno de los Esquadrones fue rechazado por dos veces. Los enemigos formados en batalla a la falda de un cerro so– bre Ja izquierda del camino destacaron una guerrilla a la cima de otro de nuestra derecha. Organizamos línea a su frente como en distancia de quatrocientos pasos, sin ser sostenidos por alguna in– fantería; porque la división del General O'Higgins aun se hallaba a media cuesta. Entonces el Coronel Zapiola mandó al Teniente Coronel Melián, que con los Esquadrones segundo y tercero en– tretuviese al enemigo llamando la atención por los puntos que le dictase la prudencia: y al efecto ordenó este Gefe se dispersase en tiradores la segunda compañía del tercer Esquadron, y que el Comandante Medina con el segundo , marchase en dirección obli– qua a ocupar el espacio, entre el cerro de nuestra izquierda, y el

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