La expedición libertadora

237 misión de vindicación compuesta de tres jefes del ejército dotados de prudencia, circunspección y acreditada probidad con un asesor letrado para que sigan una información sumaria sobre el compor_ tamiento de cada uno y expliquen al gobierno su voto informativo, para que éste con su auditor expida las resoluciones que hallare justas y convenientes al servicio, de las que deberá darme cuenta con testimonio justificativo para solicitar la voluntad del sobera– no. 20. Se autoriza al general Ossorio para canjear prisioneros, in– cluso el Presidente Marcó, con arreglo a las leyes de la guerra. 21. Los buques extranjeros, que se encontraren armados, y se justificare que han auxiliado de algún modo a los disidentes, serán confiscados y aplicado su valor a la real hacienda en pena de haber faltado a la armonía que reina entre sus naciones y Ja España, o a los fueros que el derecho de gente otorga en un estado de neutrali– dad rigurosa; y todo individuo de otra nación, que no obtuviere carta de naturaleza, será expelido del territorio de Chile y obliga– do a restituirse a su patria. 22. Después de pacificado el Reino de Chile, se quedarán para su guarnición y defensa el 2? batallón del Infante, el 2? Id. de Are– quipa, todos los oficiales y tropa de Artillería que halle y que lleva el ejército, el escuadrón de Arequipa y toda la fuerza que existe en Talcahuano, con más la que pudiere agregarse del país e islas de Chiloé y los dispersos de Chacabuco; debiendo por consiguiente el general Ossorio remitir a l Puerto de Arica el primer batallón de Burgos y el escuadrón de lanceros para que se reúnan al ejército del Perú donde hacen notable falta. 23. La milicia debe gozar. el sueldo que señala el reglamento del país en que sirve; y si el general Ossorio, luego que llegue a Talcahuano, puede igualar al de Chile el que disfrutan aquí las tro– pas que conduce, sin que se advierta algún disgusto que pueda, de– salentadas, esta medida disminuirá Jos muchos ahogos en que pre– cisamente ha de verse para pagarlas; pero si notase uria oposición que pudiese comprometer la fidelidad y disciplina del soldado u oficiales, les continuará su actual haber, procurando en este caso sofocar con maña y prudencia cualquiera emulación que tal vez se suscite entre los del país por Ja desigualdad de dotaciones. 24. Las Islas de Juan Fernández están también en el día por los enemigos; y como es interesante su posesión, tomará las providen– cias oportunas para recuperarlas, luego que se apodere de la Capital. 25. Después de tranquilizado y libre de enemigos el Reino de

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