La expedición libertadora

250 PROCLAMA DE BERNARDO O'HIGGINS (Marzo dé 1818) Chilenos: Una porción de soldados de Ja patria persuadidos en Ja batalla de Talca, con Ja confusión de la noche, que todos los cuerpos habían sufrido una derrota, ha transitado Jos pueblos y campos esparciendo ideas melancólicas, que también han exagerado unos tantos cobardes, que nunca faltan. Pero ya el desengaño habrá reanimado a los unos, y confundido Ja vileza de los otros. Cerca de cuatro mil veteranos existen todavía en campaña, y se han burlado del enemigo, que por mil circunstancias favorables ha sufrido una pérdida, que no le per– mite avanzar un paso. El orden, Ja subordinación y confianza serán 1a base fundamen– tal de nuestras operaciones interiores. Con estas virtudes toda difi– cultad será vencida, y Ja patria salva. Ciudadanos, firmeza, fe. ¿Vosotros os espantáis de fantasmas? A las armas bravos soldados, y ahoguemos ese puñado de vándalos que viene a profanar nuestrO' suelo. O'Higgins. (138) PROCLAMA DE JOSE DE SAN MARTIN Ya estaréis persuadidos, que el contraste del ejército de la patria en la noche del 19 es una sombra del horrible aparato con que algu· nos cobardes consternaron los rueblos. Es verdad, que por un acci– dente imposible de prevenir, e resultado no fue afortunado; pero la dispersión de las tropas, principal desgracia de aquella jornada, está en gran parte remediada. Cerca de cuatro mil hombres se re– pliegan a la margen derecha del Maipú, y otros cuerpos de línea y milicias se preparan para incorporárseles. La capital de Santiago será fortificada para hacer 'la última resistencia; pero el ejército de mi mando dará otra batalla antes de volver a sus líneas. Yo os veo

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