La expedición libertadora

268 sensible me sea causar tales gravámenes a este vecindario, solo lo conoce quien penetra los corazones; pero no hay quien pueda igno– rar que el deseo eficaz que he tenido de aliviarle de los anteriores, es el que ocasiona Jos del día, y que ni en falta de los esfuerzos, ni en la oportunidad de las medidas, ha estado el que haya dejado el desahogo que Je quise procurar. Debo, pues, prometerme que asi como incesantemente me des– velo por defenderle y mejorar su suerte, él concurrirá a uxiliarme con sus sacrificios. Al propio fin VV. SS., que por sus clases sus lu– ces, su patriotismo y su amor al rey merecen toda la consideración y confianza del gobierno y del público, son los que intereso para que discurran, propongan, y podamos acordar los arbitrios menos one– rosos pero efectivos para acudir a los presentes conflictos que ame– nazan hasta las personas y propiedades. La materia es digna de de– tenida meditación, al paso que la meditación urge; y confío en los probadísimos sentimientos y celo de VV. SS. que ella será cual de– manda la situación peligrosísima de los negocios. Lima, y Mayo 4 de 1818.- Joaquín de la Pezue/a. DHDP.- III.- 317-20

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