La expedición libertadora

267 Las providencias defensivas de este gobierno han debido abra– zar por tanto dos distintos medios de resistencia; primero el de re– forzar la escuadra del crucero: y el segundo fortalecer las costas con tropas de tierra; y ambas están tomadas con la prontitud que el ca– so demanda. Los mejores buques del puerto, "Cleopatra", "Resolu– ción" y "Presidenta", se están habilitando a toda prisa para que puestos en el más perfecto estado de guerra vayan a situarse delan– te de Valparaíso, según se fuesen alistando, y la fragata "Venganza" regresará al mismo destino luego que se le hagan los precisos repa– ros que exige su casco, aparejo y tripulación. Aumentada de esta manera la fuerza marítima, ella sola bastaría realmente para fms– trar la doble intención de los enemigos por la costa, como no lo ejecuten antes de su reunión. Más como esta no puede asegurarse, ni verificada que sea per– miten las contingencias de la mar descansar absolutamente sobre las más bien concertadas medidas, se ha acudido también a arrimar fuerzas de tierra competentes a Ja misma costa. A este objeto ha pa· sado el gobierno ejecutivas órdenes al señor general La Serna, a fin de que por marchas forzadas despache por Arica unos cuerpos de infantería y caballería de Jos aguerridos de su mando que pueda en– viar sin arriesgar su propia seguridad y las de las provincias de su espalda, y las correspondientes a los intendentes del Cuzco y Puno para que envíen de Arequipa cierto número de hombres, sin perjui– cio a las prevenciones hechas al intendente de esta en orden a alar– mar y poner con presteza y en estado de servicio todas las milicias de su distrito. Estas tropas a las órdenes de un general experimen– tado y de energía que asimismo he nombrado, aseguran cuanto ca– be Ja costa de Arequipa. Otras medidas se han tomado para cubñr Jo restante de ella hasta esta capital y la costa abajo. Nada parece pues que Je resta que hacer a este gobierno para alejar los riesgos y tranquilizar los espíritus de lo que está en los al– cances de su previsión y actividad ;pero lo que excede a la esfera de su posibilidad, y la conocen VV. SS. todós por demasiada notorie– dad, son los caudales precisos para costear estos mismos medios de defensa que se han adoptado por indispensable precisión. Las en– tradas de la real hacienda y los productos de arbitrios extraordina– rios ni con mucho alcanzarán a cubrir las atenciones precedentes. El aumento de las presentes está calculado en la suma de 117,200 pesos mensuales, y al contado se necesi ta la de 2,000 pesos para otros gastos del momento, y poner corrientes, socorrer y provisionar los nuevos buques, consultada en todo la posible economía. El apresto de estas cantidades es el que exige valerse de nuevos recursos. Cuán

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