La expedición libertadora

370 Finalmente las continuas reclamaciones de los confinados por el señor Marcó para unirse a sus familias, y las que he tenido de algunas de esas lamentándose en sus atrasos y padecimientos por la falta en ellas, me han inclinado a remitirlos todos, como lo había resuelto antes de ahora para que disfruten el bien que yo puedo dispensarles. Si en cambio quisiese usted aliviar la suerte de aquellas personas que no sean de armas llevar y estén destina– das en el reino de Chile o provincias del Río de la Plata, sin espe– ranzas de canje por no haberlos aquí de su clase, como son cape· llanes, facultativos de medicina y cirugía o del ramo de hacienda, lo ejecutará según le dicte su proximidad y buen deseo a favor de la humanidad. Estos confinados que son los que expresa la adjunta lista han dado fianza de dirigirse en derechura a Talcahuano, y desde allí por mar o por tierra a esa capital. Los conduce el bergantín Trin1dad del comerciante don Domingo Espinosa que han fletado ellos mismos, y a quien le he permitido embarque azúcar y otras producciones de este país, por si le permitiese su desembarco y venta, así como el de cargar trigo u otras producciones de ése, con el objeto que pueda conducirlos con menos gastos. Nada de cuanto yo trate de correspondencia particular con usted dejará de ser complacido. Los deberes de la educación y la estimación particular de que soy arbitrio, serán siempre los que le manifestarán las cualidades de su atento servidor, que besa sus Joaquín de la Pezuela -o-- (203) Señor General en Jefe de los Ejércitos Unidos de los Andes y Chile. Por la nota de V. S. de 2 del corriente, se ha impuesto el go– bierno haber llegado a Valparaíso con cuatro oficiales prisioneros, un comisionado del virrey del Perú, con el objeto de tratar el canje de éstos de aquella clase, y haber V. S. dispuesto pasase a

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