La expedición libertadora

394 (223) Santiago, 21 de Abril de 1819. Señor don José de San Martín. Mi amigo amado: He sujetado el correo para contestar su apreciable de 15 del corriente. Se remite a usted por duplicado la correspondencia que toma– ron los montoneros; es bastante sensible que ellos entiendan nues– tras comunicaciones. Han llegado los prisioneros de vuelta, pero supongo que al– gunos reos de Estado podrán marchar a ésa. Mañana, en la noche, quedarán prontos para salir de la maes– tranza los sables, tercerolas y algunos artículos de los pedidos para esa maestranza; por faita de tablas no han sido despachados antes. Hemos sabido de Lord Cochrane. El conforme a las instruccio~ nes del Gobierno, ha declarado al Callao y costas del Perú en estado de bloqueo, y en su consecuencia, todos los buques extranjeros que se hallaban en el Callao, zarparon luego que se cumplió el término de ocho días que se les señaló para el efecto. La gaceta extraordina– ria instruirá a usted del ataque de Cochrane; una niebla espesa le hizo tomar dirección al frente de las fortalezas, en lugar de hacerlo al centro de la escuadra enemiga, y la misma niebla separó al na– vío San Martín y corbeta Chacabuco, de modo que no pudieron obrar unidos, aunque, según entiendo, la línea enemiga es respe– table. El no haber el Lord Cochrane inmediatamente oficiado acer– ca de esta escaramuza, me deja ver que él intenta hacerlo de un modo que diga con su genio emprendedor y buen nombre. Yo espe– ro cosas grandes de este hombre muy en breve. Pasado mañana da la vela a Valparaíso el bergantín ameri– cano Elena María, que conduce víveres para dos meses a la escua– dra. Hoy debe salir de Valparaíso el bergantín Araucano; conduce pertrechos y víveres a Talcahuano, al coronel Freire. El montonero José Prieto intimó rendición a Talca el día f7: la contestación fue enérgica, y como anda trayendo los mejores caballos quitados a hacendados, se internó hasta las calles. Toda

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