La expedición libertadora

444 (254) Santiago de Chile, 28 de julio de 1819. Señor don José de San Marfln. Mi amado amigo: Aquí corre de cierto que usted pasa a Buenos Aires, mas yo no me he atrevido a creerlo en su última de 11 del corriente. Mis cartas de Buenos Aires confirman la renovación del tea– tro en la reunión de las Cámaras, pero sea de esto lo que fuere, insistiré siempre en que no hay más plan para salvarnos que <:mprender por el Perú y dejar que el tiempo y la opinión con– quiste el juicio que parece haberse perdido en ciertas cosas. Mañana debe decidir el Senado sobre el proyecto de Solar, Peña y Sarratea para habilitar y transportar 4000 hombres pa· ra fines de diciembre: piden sesenta pesos por soldado y seten– ta por caballo. Si ahora no aprovechamos momentos para tomar otra aptitud que conjure la tormenta, muy bien puede llevarnos el demonio. Para el proyecto de expedición, se cuenta con las fuerzas existentes en ésa; y por los estados que remitirá a usted Las Heras, verá que no es dicícil contar para diciembre ,con un pequeño esfuerzo, con cuatro mil seiscientos hombres disponibles. Yo daré a usted aviso de cuanto se adelante en orden a preparativos, pero es necesario que usted, por su parte, obre con decisión. Aún no se han concluído los malditos cohetes y ésto demora la salida de la escuadra: Cochrane desprecia los esfuerzos ma– rítimos de los españoles e insiste en que se le den seiscientos hombres para insurrecionar las costas y proveerse de víveres. Yo me opondré a esta medida hasta donde alcance mi influjo, porque el resultado será fatal a la causa de América por razo· nes que sólo pueden explicarse de silla á silla. Celebro su restablecimiento; cuídese y no olvide a su cons· tante amigo, T. Guido.

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