La expedición libertadora

59 país, donde por sus relaciones deben merecer la confianza y aprecio de sus naturales. Cualquiera gasto que se emprenda, estoy persuadido (segun es notorio) que puede brevemente resarcirse con los caudales de los liberticidas, quando no se cuente con la generosidad de los patriotas, ansiosos como sabemos, por la restitucion de sus de– rechos. Finalmente: las tropas expedicionarias podrán restituirse en breve á estas provincias, y lo que es mejor, cambiarse por chilenos, que trasplantados á esa capital sostengan el órden y la dignidad suprema, sin mezclarse en divisiones intestinas, asi por su falta de relaciones como por depender de un gobierno nacio– nal, de quien sólo pueden recibir sus mejoramientn<:. Ya he expuesto francamente á V.E. mi dictámen: dígne– se impartirme su suprema resolución. Mendoza, febrero 29 de 1816.-JOSE DE SAN MARTIN.– Excemo. Sr. Supremo Director del Estado. (Original.) (43) e Decreto y 6ficio del gobierno conformándose en general con el plan anterior de San Martín. Guerra.-Marzo 16 de 1816.- Contéstcsele que el gobierno aprueba se suspenda todo movimiento parcial: que en quanto á Ja expedición en el siguiente octubre, el Gobierno coincide en su cálculo: que por ahora no puede remitirse dinero á los obje– tos que indica: que se esfuerze, ínterin se le envíen en mejores circunstancias los auxilios que pide: que forme quadros com– pletos de oficiales escogidos entre los emigrados uniformando su táctica con la de nuestro ejército: que procure conservar la rivalidad de los chilenos á los enemigos, y el entusiasmo de la provincia de su mando. -RUBRICA DEL DIRECTOR.-Beruti. Oficio correlativo del gobierno Reservadísimo-Las graves reflexiones con que V. E. ilus– tra su comunicación reservada de 29 del mes próximo anterior,

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