La Marina, 1780-1822

LA MARINA 117 con él y don Andrés Cárcamo, que hace de Guardián, encargados por el Contramaestre desembarcasen por el lado del Cabo Blan– quillo a sotavento del puerto y de contado se presentasen en mi casa con el parte, como que ya sabían hacía yo de Comandante Militar. También es cierto fué preguntado por dicho señor Co– mandante luego que vió el parte del estado y situación del buque l que me contestó se hallaba dentro del puerto y los prisioneros ~un la seguridad posible, esperando el Contramaestre que se le pusiesen unas señales para fondear libremente, en cuya virtud en el momento se vistió de luces el corredor de la Aduana y se :iisparó un fusil, embarcándose dicho señor Comandante en una lancha con los señores don Manuel Otoya, don Vicente Castañe– :ia, el Alcalde de este puerto, don Manuel Reyes y los dos conduc– tores del parte. Que también es cierto que en las demás lanchas mandó embarcar al Subteniente don Nazario Frías, al Alferez gra– duado Miguel Mogollón, con gente armada de sables y pistolas para ampararse del buque y efectivamente siendo las diez de la noche mas que menos y llegando al referido buque, que acababa de largar la ancla, el recibimiento fué con vítores de Viva la Pa– tria, Viva la unión y Libertad, a que se les contestó de la r eferi– da lancha. Que también es cierto (fol. 95v) que estaba a la borda el Contramaestre don Victoriano Cárcamo, don Miguel Gamón, que había hecho de Capitán, y don Juan Antonio Tellechea, con los demás que componían la tripulación y que inmediatamen te que pedí las llaves de la Cámara con la mayor complasencia de todos las puso a mi disposición el expresado Contramaestre, con cuyo motivo y de orden mía se abrió la Cámara, dejando la escol– ta que se llevaba en las lanchas y con orden de que ninguno se pasase a uno u otro extremo. Que de contado entré a la Cámara con don Manuel Otoya Subdelegado de Marina, don Vicente Cas– tañeda Administrador de Correos y el Contramaestre para hacer la entrega de los prisioneros. Que efectivamente se encontraron dentro de ella a don José Enríquez de Guzmán, don Cipriano Mén– dez, don N. Cortines, don Manuel Quesada, don Gregario Fernán– dez, don Plácido Zamora y uno que en clase de Ordenanza le ser– vía al Caballero Cortines, a quienes de contado mandó el señor Comandante se vistiesen y se liasen las camas para pasarlos a tierra, lo que se verificó así, quedando los equipajes con llave y encerrados bajo de otra que se trajo el dicho Comandan te don Francisco Frías. Que es cierto que quedando los baúles bien ase– gurados, se entregaron sus llaves y luego las puso en depósito de don Manuel Otoya como Subdelegado de Marina, con cuyo moti-

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