La Marina, 1780-1822

LA MARINA 143 cipio a dicho Expediente, se manifiesta la actividad que fué ob– servada por los xefes del Puerto de Payta, donde arribó dicho buque, también de las subsequentes operaciones que en tan es– crupuloso encargo se han practicado se deducen las que como separadas de tan urgente requisito dieron bastante mérito a la expresa declaración de la culpabilidad que asienta, comprende al Capitán Comandante don Francisco Frías, Victoriano Cárcamo y Andrés Cárcamo el Decreto de 17 de Julio próximo pasado, a folio 80 vuelta. En él no hay duda, según indica el de folio 122, no estuvieron presentes los primeros documentos hasta fol. 43 que se hallan hoy agregados; mas, como en esto quede en claro el desembarque que en el mismo Callao se hizo de la suma del Registro, a que son referentes las Ordenes Superiores de folios 7 y 14, según descubre el certificado de fol. 19 vuelta; al contraer la atención al particu– lar del caudal que en dicho Paylebot por alto se conducía y en efecto se manifiesta en parte hubo, no puede silenciarse el repa– ro que ocasiona la contrariedad de los Sumarios seguidos. En el del Capitán Comandante Frias, de fol 92 a 106 es visto desde luego su arreglo de operaciones y las que expresa verificó procurando el mejor seguro de los intereses correspondientes a pasajeros y el mismo buque, pero en seguida y el del folio (ilegible) a 74, que practicó el Ayudante don Bernardo Soffia puesta en claro la ge– neral ocurrencia por común aserción de los mismos pasajeros, se designa el proceder que induce a sospecha contra el Capitán antes citado. La actividad de éste ponen al frente los certificados con que su conducta comprueba al arribo del Paylebot, mas las mis– mas providencias que por él fueron usadas sobre la custodia en su habitación de los intereses particulares o su extravío en el modo que expresa su aserción constante a folio 115 vuelta, sin la precisa orden escrita, parece hoy le ligan al resultado de la últi– ma Información predicha y referente a la falta de las onzas de oro que aparecieron de menos al tiempo de la entrega de los equi– pajes que como de necesario reconocimiento o aplicables al Esta– do se ofrecieron remitir con los dueños de ellos, en el Oficio de folio 25 por el Comandante Militar don Félix Olazábal. A este, es verdad, fueron presentados a su llegada a Payta y en seguida conducido hasta la ciudad de Piura con la debida es– colta, de que nada Frias se presume; y si de este acto o menos del tiempo en que los baúles permanecieron a bordo después de traídos a tierra los pasajeros confiesa no pudo haber desfalco, el que resultó en la entrega corresponde hacerse o bien a dicho

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