La Marina, 1780-1822

64 CAP. DE NAVIO JULIO J. ELIAS DECLARACION DEL 2? DECLARANTE Inmediatamente dicho Señor Juez Fiscal pasó, con asistencia de mí (fol. 46) el presente Escribano a la casa del alojamiento del Teniente de Fragata don Manuel Quesada, segundo declarante en esta Sumaria Información, a quien dicho señor encontró enfermo, y preguntado si se hallaba en estado de declarar respondió que sí, por lo que le hizo poner la mano derecha tendida sobre el puño de su Espada, y Prguntado si baxo su palabra de honor promete decir verdad en lo que fuere interrogado, dixo: Si, prometo. Pregunta su nombre y empleo, dixo: se llama Manuel Quesada, que es Teniente de Fragata de la Armada Nacional Española. Preguntado si después de haber se dirigido el Paylebot Sacra. mento al puerto de Payta había visto repartir algún dinero entre los marineros, o a lo menos algún indicio que acreditase tener estos oculta alguna gran cantidad, dixo: En quanto a existencia de dinero a bordo oyó decir estando ya herido en la cámara, que quando les dió caza un bergantín de la escuadra de Chile habían sacado de la cámara un talego de onzas que conduxeron al rancho de proa, y le parece haberlo oído a un pajecillo llamado Agustín, por el qua! ha sabido le dieron la noche que fondeó el Paylebot en Payta quatro onzas de oro sin haber reclamado él parte ningu– na de la presa: Que sabe igualmente por éste que los Cárcamos repartieron en esa misma noche a todos los marineros unos a ocho, otros a diez onzas de oro. Preguntado si había visto o sabido hubiesen tirado al agua alguna correspondencia, dixo: Que no vió tirar correspondencia ninguna al agua, pero se acuerda haber visto dos o tres caxones toscos de correspondencia pública y de oficio, un saco pequeño Y lleno de cartas para Piura, Payta y Panamá, entregados en el Ca– llao a la mano del Capitán y otros unos oficios para el Señor Germán y un paquete de cartas (fol. 46v), particulares y de oficio envuelto en una plancha de plomo, el qua! por no haber habido tiempo para enviarlo a la Administración de Correos de Lima lo entregó el Señor Comandante General de Marina al declarante para que lo condujese hasta Panamá. Preguntado si antes de haberse desembarcado en el puerto de Payta se les abrió los baúles o les tomaron algún dinero a los p?.sajeros, y si esos traían crecidas cantidades, dixo: Que es noto– rio perdió el declarante todo su equipaje en el apresamiento de la Esmeralda y solo traía a bordo un baúl con muy poca ropa Y