La Marina, 1780-1822

LA MARINA 67 el que habiéndose parado a un lado dicha escalera levantó la tapa de una escotilla y metiendo los brazos suspendió dos talegos, uno después de otro, que el primero, por su sonido al descansarlo en el piso de la cámara, era de oro; cuyo tamaño podría contener mas de mil onzas, siendo igual el segundo talego; y después de cerrado el escotillón volvió a poner la escalera en su lugar, y como a su promedio largó el primer talego que lo recibió uno que no pudo conocer, y el segundo lo cargó el carpintero Cárcamo. Preguntado si había visto o sabido que hubiesen tirado al agua algunos paquetes de correspondencia, dixo: Que por las re– jillas de la cámara se vió tirar al agua un paquete como de una tercia en quadro, el mismo que venía en un costalito atado a los cajones de la correspondencia, con el rótulo para Panamá, por contener dicho costalillo la correspondencia particular de Lima a Panamá: que los que lo arrojaron al agua fueron Víctor Cárcamo y el Capitán del Paylebot Don Miguel Gamón, y estos mismos des– pués, sentados juntos en el gallinero de la banda estribor, estuvie– ron haciendo separación de porción de cartas que venían a la ma– no (fol. 48v) del Capitán, y entre ellas pusieron aparte diferen– tes, que infiere serían para los interesados a quienes en Panamá debía entregar el referido Capitán Gamón las cantidades de onzas de oro que le habían entregado los comerciantes de Lima en con– fianza: que es lo que se dice por alto, y que estas últimas cartas que separaron las tiró al agua después de leídas sus nemas y ras– gadas el contramaestre Víctor Cárcamo. Preguntado si antes ele haberse desembarcado en el puerto de Paita se les abrieron los baúles o les tomaron algún dinero a los pasajeros a quienes correspondían, y si estos traían crecidas cantidades, dixo. Que no les tocaron los baúles ni menos les qui– taron dinero alguno: Que el declarante y el Oficial de Contaduría don Cipiriano Mendis, que lo acompaña, no traían entre los dos mas cantidad que ciento sesenta y ocho pesos el primero y el se– gundo dos onzas de oro y cinco pesos en plata: Que es notorio que el Teniente Coronel Cortines traía seiscientos pesos en plata y como treinta onzas en oro: Que el comerciante don Plácido Za– mora traía cien onzas de oro en una faja colocadas por el mismo Víctor Cárcamo y que estas las guardó en su baúl que estaba en la cámara: Que en quanto a don Gregorio Hernández, no sabía ni había oído decir trajese cantidad alguna. Preguntado quienes fueron los primeros que se presentaron a bordo del Paylebot luego que fondeó en el puerto de Payta, y a que poder pasaron los baúles de los pasajeros, dijo: Que la mis-

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