Relaciones de viajeros

R:E~LACIONES DE VIAJEROS 81 a personas, bienes y enseres; y por otra parte, el puerto del Callao está actualmente bloqueado por la escuadra peruana bajo las órde– nes del Almirante Guise. A consecuencia de todo esto, la angustia que existe en esta ciudad es muy grande, la que se ve agravada por el aumento de fuertes contribuciones. Esta fue, quizás, en otros tiempos y sin excepción, la ciudad más rica del mundo, pero ahora, podría decir con toda certeza, que es la más pobre. El lujo y la disipación que predominaban a con– secuencia de la abundancia de dinero, pueden ser fácilmente imagi– nados; y yo he pensado a menudo en ese pasaje del capítulo 18 de la Revelación, y lo he visto aplicado a nuestro caso: "Cuanto más se ha glorificado a sí mismo y vivido con todo deleite, más angustias y pe– nas tendrá". De esta manera, hasta que no haya un cambio en este lugar, nada más podrá hacerse. Nuestra escuela sigue bien, y podría decir que con tanta prosperidad como puede esperarse, dadas las circuns– tancias mencionadas anteriormente. El número de alumnos ha dis~ minuido de 230 a casi 200. Hay dos causas para esta baja; la prime– ra, es que los muchachos mayores tienen miedo de salir, pues po– drían ser levados por los grupos de reclutamiento, y la segunda, se debe a la verdadera pobreza que existe, y los padres de familia no envían a los niños porque no tienen con qué comprarles zapatos y ropa que les permitan aparecer decentemente vestidos ante los otros alumnos. Mientras existan estas dos causas, quizás pueda disminuir el número de alumnos, pero la escuela continuará manteniéndose a sí misma, afianzándose con el progreso de los que siguen en ella. Hay dos maestros que están bien instruídos en el plan escolar, y ellos y la escuela quedan bajo la dirección de mi buen amigo e] clérigo, de quien tanto le he hablado anteriormente. Lo que he dicho se refiere a la escuela central o modelo. Hay también otra escuela en esta ciudad, que tiene el mismo plan de trabajo, con cerca de 80 alumnos, que, espero, continúe bien aunque sujeta, naturalmente, a las mismas desventajas. Pensé, entonces, que había llegado el momento más apropiado para visitar otros lugares del Continente y para cumplir mis obje– tivos en Inglaterra. Mi principal idea de este viaje es la propagación de las Escrituras en los diferentes lugares por donde pase, y espe– ro que algo se pueda hacer en este sentido, para que mi viaje no sea desfavorable. Sobre el éxito de mi proyecto, me esforzaré por tenerlo infor– mado de tiempo en tiempo. Ahora sólo tengo que decirle que la ru-

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