Fénix 32-33, 80-95

LA ENCOMIENDA REAL EN CHINCHA 81 dores y seismil mercaderes2. En buena medida, el poderío de la comarca chinchana se basaba precisamente en las actividades de la gente dedicada al comercio (de pro- ductos agrícolas, conchasmarinas, metales preciosos,etc.); sabzmos que su radio de sección alcanzaba hasta Quito y Portoviejo, por el norte, y hasta Cuzco y la meseta del Collao, por el sudeste3. La buena fama de Chincha llegó bastante pronto a oídos de los soldados ibéricos, inclusive algutlos años antes de que ocuparan de manera efectiva el suelo peruano. Por la capitulación de Toledo, de julio de 1529, se otorgó a Francisco Pizarro la gobernación de una tierra de 200 leguas de longitud, teniendo como límite meri- dional el "pueblo de Chin~ha''~. Posteriormente, al hacerse el reparto de los grupos indígenas que habitaban el litoral, el gobernador cedió en encomienda el valle chinchano a su hermano Hemando Pizarro. En el texto de la cédula respectiva (pro- mulgada en.Pachac&ac el 5 de enero de 1535) se contempla una interesante reve- lación sobre la subsistencia de comerciantes, artesanos y otros géneros de poblado- res que desarrollaban su labor fuera del ámbito de Chincha, aunque penanecían sujetos a la autoridad de este núcleo étnico, de donde eran originarios. Expresa el documento a la letra: "por la presente en nombre de Su Magestad os encomiendo el valle de Chincha con todos sus yndios e caciques e principales que fe pertenecen y son sujetos, con todos sus mitimaes y tratantes e plateros que tienen fuera de su tierra, sujetos y naturales del dicho valle. . Se conoce que Hernando Pizarro dejó encargada ¡a administración del mencionado grupo indígena a su mayordomo Crisóstomo de (Yntiveros(el mismo que después fue vecino de Huamanga). Evocan los relatos de la época que ese ávido encomende- ro ordenó a sus servidores extraer los tesoros que guardaban en las tumbas aborí- genes, y fue de este modo que logró extraer una enorme cantidad de objetos de oro y plata, por valor de aproximadamente cien mil marcos6. ;Magnífico botín halló en Chincha el conquistador! De semejante manera, por la circunstancia de hallarse a la vera del transitado cami- no que unía Lirna con las poblaciones de la sierra, las bases productivas del valle sufrieron notable deterioro a causa del contínuo paso de gente de guerra durante los años de enfrentamientos civiles entre los conquistadores. Especialmente nociva resultó la presencia del ejército comandado por el adelantado Diego de Ahagro, 2. El ms. en cuestión se conserva en la Biblioteca de Palacio, Madrid. Miscelánea de Ayala, XXII, f. 261-273~.Ha sido publicado por María Rostworowski de Diez Canseco, "Mer- caderes del valle de Chincha en la época prehispánica: un documento y unos comenta- rios". En: Revisto Españolo de Antropología Americano, No. 5 (Madrid, 1970), p. 163- 173. 4. Raúl Porras Barrenechea, ed., Cedulario del Perú, 7529-1538. (Lima: Departamento de Relaciones Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, 1944-48), 1, p. 18 5 . Archivo General de Indias, Sevilla (en adelante A.G.I.). Justicia, 1075, No. 1, ramo 4. El mismo documento se encuentra citado en Juan Carlos Crespo, '%hincha y el mundo andino en la Relación de 1558". En Histórico, 11, No. 2 (Lima, diciembre 1978), p. 189. 6. Rostworowski de Diez Canseco, op. cit., p. 171-172. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.32-33, 1987

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