Fénix 46, 203-224

–221– B iblioteca nacional del perú Su malestar ante un gobierno pragmático, que se caracterizó por su represión po- lítica y la evidente corrupción de los militares aliados con la oligarquía, lo llevó a sentenciar: «Nuestra generación ha sufrido más que ninguna otra por que ha tenido que soportar al frente del país al presidente más chabacano y soez que ha asaltado el gobierno con una camarilla de compadres». Este segundo testamento ratifica las disposiciones del anterior, modificándose solo en lo siguiente: «Deseo que mi Biblioteca sea entregada bajo inventario y catálogo impreso a la Biblioteca Nacional por el Patronato de amigos míos que señalo para formar en ella la sala Raúl Porras Barrenechea». Esta vez Porras precisó para conformar el patronato: «Si viven: José Gálvez y Augusta Palma, Carlos Araníbar y Manuel Labarthe». Da además indicaciones precisas para que el Dr. Hercelles clausurara su biblioteca el día de su falle- cimiento y no permitiera ingresar a nadie a ella; también define que la catalogación de sus libros la realizarán sus discípulos Carlos Araníbar y Mario Vargas Llosa, junto a Félix Álvarez Brun. Llama la atención que Porras dejara indicado que sus papeles, apuntes, libretas de investigación y libros con anotaciones de carácter presentista y personal debían ser entregados a Félix Álvarez Brun, quien debía guardarlos y entregarlos a la BNP luego de diez o veinte años. Así también, señala que aquel debía remitir «más tarde» a la Sala que ocupen sus libros y manuscritos en la BNP su colección de fotografías, álbumes per- sonales, distinciones académicas, epistolario, retratos al óleo o a lápiz. Porras encarga al final que el patronato de su biblioteca tendrá derecho a vigilar el cumplimiento de sus disposiciones por la BNP: […] y en caso de que ésta no publique en el Boletín el catálogo de mis libros o no estableciera la sala especial para ellos, podrá determinar lo que fuere más conveniente a la perduración de ella, incluso anular la donación que aquí hago a la dicha Biblioteca. Fallecido Porras, el patronato se instaló el 10 de octubre, conformado por Oswaldo Hercelles, Manuel Mujica Gallo, Raúl Ferrero, Félix Álvarez Brun, Carlos Fernández Sesarego, Jorge Puccinelli, Hugo Neyra, Augusta Palma, Carlos Araníbar y Manuel Labarthe, y se acordó invitar a la BNP a las sucesivas reuniones. Hercelles envió una carta al director de la Biblioteca Nacional, Cristóbal de Losada y Puga, el 20 de octubre de 1960, informando del fallecimiento del Dr. Porras el 27 de setiembre del mismo año, en esta señala lo que hizo a la muerte del doctor, del cono- cimiento sobre su nombramiento como albacea, pero que no sabía del contenido de su testamento: «[…] tomé de inmediato las precauciones necesarias en salvaguarda de su valiosa Biblioteca que sabía también por confidencia del mismo Doctor Porras que era su propósito legar a la Biblioteca Nacional» (Hercelles, n.d.). Hercelles solicitó al Ministro de Gobierno Dr. Ricardo Elías Aparicio, quien dis- puso de mantuviese una guardia permanentemente, compuesta de tres policías y un Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.46, 2017

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