Fénix 46, 203-224

–222– F énix n .° 46 / 2017 oficial en torno al perímetro de la casa, la que continuó hasta el 16 de diciembre, cuando se terminó la entrega de la biblioteca, sin permitirse que se saque ningún libro ni objeto de la residencia, salvo los que se enviaban a la BNP, previo inventario. El 3 de octubre se dio lectura al testamento ante el juez, Dr. Velasco, con la presencia del director de la Biblioteca, a partir de esta, Hercelles asumió las funciones de albacea. LLEGADA DE LA BIBLIOTECA PORRAS A LA BNP Los bienes de la colección Porras fueron entregados oficialmente a la BNP en el periodo del 18 de octubre hasta el 16 de diciembre de 1960, durante este lapso se to- maron medidas de seguridad para su custodia: El acceso de las habitaciones en que estaba la Biblioteca quedó reducida a una puerta que tenía dos candados y llaves diferentes, una de las cuales estaba en su poder y otra en poder del suscrito, de tal manera que no se podía entrar y permanecer en la casa sino con mutuo control. Los candados fueron adquiridos separadamente por cada una de las partes, en forma que ninguna de ellas podía disponer de duplicados de llaves (Hercelles, n.d., p. 330). El inventario, realizado por personal de la BNP y controlado permanentemente por miembros del patronato y por un representante del albacea, se iba entregando a Hercelles y otra copia a la BNP, se empacaban los libros en cajones cerrados con can- dados, estos se enviaron en vehículos de la misma, que eran custodiados por un oficial de la policía hasta el momento en que fuesen acondicionados en la sala Raúl Porras Barrenechea. El resultado fue un tomo de 850 páginas de tamaño oficio, firmadas cada una por la Srta. Bettina Summers, numeradas del 1 al 839 con las complemen- tarias 524A, 528A, 567A, 567B, 633A, 724ª. Colaboraron en el catálogo la biblioteca- ria-paleógrafa Rosario de Zela, el mecanógrafo Ernesto Vásquez, bajo la supervisión de la jefa de la Oficina de Investigaciones Bibliográficas Graciela Sánchez Cerro (García, n.d.); Hercelles, como albacea, recibió dos copias autenticadas, se insertó una de ellas en el expediente judicial del inventario de los bienes del Dr. Porras. El 15 de noviembre de 1960, se da la Resolución Suprema N.° 497 expedida por el ramo de Educación a solicitud del director de la BNP, allí se dio cuenta de la apertura del testamento ológrafo del Dr. Porras y se señaló que «la donación que hace de su rica Biblioteca con la condición de que se la mantenga como un todo unido e indivisible, con el nombre de “Raúl Porras Barrenechea”» (Hercelles, n.d., p. 331). También se autoriza al Director de la Biblioteca para la aceptación el legado del Dr. Porras y mantenerla como un todo indivisible y separado en la Biblioteca a cuyo efecto se crea al Fondo «Raúl Porras Barrenechea». Asimismo, en el artículo 2.° se establece que la Sala del Departamento de Investigaciones Bibliográficas, Manuscritos y Libros Raros de la BNP, se llame en adelante Sala «Raúl Porras Barrenechea». Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.46, 2017

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