Primer Congreso Constituyente

ACTAS DE LAS SESIONES PUBLICAS 21 Hería que al efecto se había colocado en Ja plaza de la Universi– dad. Habiendo entrado en el salón y tomado sus respectivos asien– tos, y despues de haber cesado las aclamaciones y vivas, en que con este motivo tan plaucible prorumpió el innumerable concurso que so– lemnisaba este triunfo de la libertad sobre la tiranía, tomó la pala– bra en medio del salon el Señor Rodríguez, Don Toribio, uno de los señores de la comision que había acompañado a los siete Señores Di– putados para presentarlos ante el Soberano Congreso y le dirigió un elocuente discurso, en que refleccionando sobre las libertades y sacro– santos derechos de los pueblos, y sobre la soberanía nacional, puso bajo de su punto de vista verdadero el enorme atentado cometido en Trujillo, y finalmente de cuanta consideracion debian ser para el Soberano Congreso, y para toda la República la firmeza y constancia con que los Diputados que presentaba habían arrastrado al tirano y sufrido tan grandes males por la felicidad de los pueblos. Con este motivo el Sr. Presidente tomó la palabra, y manifestó cuanta era la satisfaccion del Congreso al ver restituidos a su seno unos Diputados que por su honradez, probidad y liberalidad de prin– cipios habían sido victimas de Ja mas atroz tiranía; se estendió sobre la constancia con que habian sostenido su alta representacion de apo– derados de los pueblos, su incorruptibilidad para no dar oidos a las sujestiones ambiciosas del Tirano, y finalmente sobre la firmeza con que habian sobrellevado su desgracia hasta el momento feliz en que fueron libertados en virtud de haber sido restaurado el Soberano Con– greso por el noble y heroyco vecindario de la capital, bajo el bene– ficio influxo del Supremo Jefe Militar y Político, a quien tan noble y esforzado hecho hará siempre vivir en el corazón de los perua– nos, y de todos los amantes de la libertad que existan en el mundo. En seguida habiendo tomado la palabra el Sr. Ortíz para dar las gracias a nombre de sus ilustres compañeros subió a la tribuna a invitacion del señor Presidente para que tambien expusiese las des– gracias que habían padecido desde el momento de su -prision: en efecto lo verificó y despues de haber presentado bien ligeramente tan triste cuadro refiriendo el modo cruel y bárbaro como estuvieron presos en Trujillo con escandalo de su virtuoso vecindario, sufriendo las mayores injurias del oficial de la guardia, que los custodiaba, el haber sido conducidos en una bestia de albarda la misma noche del diez y nueve al puerto de Huanchaco con un soldado atrás y la orden de matarlos al menor movimiento, el haber sido embarcados en un buque pequeño encerrados dentro de su bodega colocados sobre el lastre, mantenidos con las sobras del rancho de los soldados que los custodiaban; se convirtió al Soberano Congreso y al pueblo, y es-

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