La expedición libertadora

89 reincidencias. Enjugad las lágrimas de familias llorosas que la barbarie redujo á miseria. Vuestros padres volverán á sus em– pleos y á sus bienes. Pronto los vereis sobre sus verdugos y so– bre los bajos que abracen tan pésimo partido. Chilenos todos que agobia ese yugo feroz, levantad la cabeza. Vuestros padeci– mientos duraron bastante. La patria será libre al potente impul– so de vuestros hermanos. ¡Chilenos! Obremos en unión, cada uno á lo que pueda, así es segura la victoria. Los zánganos despejan la colmena al reunirse la diligente abeja. Buenos Aires, 30 de septiembre de 1816, 7? de nuestra libertad. DECLARACION DE GUERRA Las Provincias Unidas del Río <le la Plata: Aunque para justificar la guerra contra los usurpadores del gobierno de Chile, arrebatado violentamente por las ai:mas de don José Abascal, no necesitan más fundamento que la atrevida irrup– ción de las mismas armas sobre su territorio, como no las mue– ve un deseo d e conquista tan ajeno de las ideas de libertad, que rayan el límite de sus empresas; y como cuando protestan por su honor, sostener 'sobre todo el mundo la independencia de sus pueblos; renuncian todo ensanche de su dominación á cos· ta de otro independiente; sepan los hombres: l? Que la guerra contra los usurpadores de Chile no es agre– siva á aquel país, sino protectiva de la liber tad de sus habitan– tes que claman redimirse; 2? Que las armas preparadas á instancias de los chilenos, se descansarán en el momento que Jo prevengan ellos, libres de violencia y de toda causa de temor; 3? Que las Provincias Unidas renuncian en esta guerra toda ventaja fuera de la satisfacción de ser libres sus hermanos:

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx