La expedición libertadora

97 12~ La misma dirección se dará precisamente á los que sean españoles ó se hayan introducido en el reino al tiempo que lo verificó el ejército del rey, sea cual fuese su origen; entendiéndo– se que esta medida ha de tener efecto tanto para los prisioneros de que trata este artículo, como para los expresados en el ante– cedente, mientras no se halle decidida la suerte de la campaña á favor de nuestras armas. Si los enemigos no dejan que temer, se depositarán los prisioneros dentro del país á disposición de su gobierno; 13~ La retaguardia del ejército debe quedar siempre segura y libre de peligros. Al efecto, el general en jefe, ó sus comisio– nados, tomará prolijos informes en el territorio por donde transite el ejército, si existen personas sospechosas, sean espa– ñoles ó patricios de cualquier estado ó clase y por el más leve indicio de afección á los enemigos, serán levantadas y trasporta– das á Mendoza ó dentro del mismo país ú otros puntos en que no den motivos de recelos. Si alguna de las dichas personas se reputase por espía, ó se le descubriese una manifiesta infiden– da, será castigada ejemplarmente con sujeción al juicio de la comisión militar del ejército en campaña; 14~ Cuando los enemigos, continuando sus bárbara conducta en la guerra de América no guardasen con nuestras tropas ó particulares de distinguido patriotismo el derecho de gentes, y consideraciones de la humanidad, se le corresponderá con el de represalia y la retaliación consiguiente á su manejo; 15~ Los puertos de Concepción, Valparaíso, Huasca y Coquim– l:lo serán objeto de la principal atención del general, desde luego que se abra la campaña, y si no pudiere desprenderse sin riesgo de una división para ocupar alguno ó algunos, especialmente Val– paraíso, influirá de todos modos á los habitantes de sus pobla dones y comarcas á que se insurreccionen contra los españoles tomando parte en la libertad de su patria. Al intento, procurará adquirir en cada uno de ellos seguros confidentes; 16~ Luego que el ejército haya emprendido sus marchas de Mcndoza, llevando cuando debe conducir, se remitirán a este gobierno estados que demuestren la fuerza de cada arma de qu~ se compone, parque y demás, que facilite un exacto conocimiento de sus dotaciones, provisiones y empleados; 17~ En el curso de la campaña además de los partes, que dirigirá el general á este gobierno instruyendo de las novedades que ocurran, y crea dignas del superior conocimiento, deberá cada quince días comunicar la posición que ocupa, movimientos del

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