La expedición libertadora

137 alguno, encontrándose con su situación tan variada: el diablo no lo encuentra, según la carrera que dió, después de haber intimado al mayor Sayoz, de granaderos, ccque si no le renciía las armas en el término de una hora lo pasaría á cuchillo con todos sus oficiales»; es indigno de consideración. Adiós, mi amigo y .-. querido: yo no tengo tiempo ni para me– ditar lo que escribo. Adiós. Suyo siempre. Juan Martín. -0- (72) Buenos Aires, 25 de noviembre de 1816. Mi querido amigo: Con el oficial cuyo nombre no recuerdo, recibí la última de usted de 9 del actual, en que me pide 500.000 cartuchos á bala con ejecución. No había en el parque más que 100.000 hechos, pero se estan trabajando sin excepción de día de fiesta y cami– narán muy en breve. También irá el plomo en balas labradas ya, pues supongo que será para este uso, cuando usted no me lo de– termina. Será imposible que esto y los demás vestuarios, que también remitiré, con concepto á la nueva fuerza que debe venir de Tucumán para reforzar á usted, lleguen á mediados de diciem– bre, pero será en todo el mes. Guido impondrá á usted por me– nor de todo lo que debe ir, sin que usted lo pida; por aquí no nos duelen prendas para que usted salga airoso de su empeño. También se están trabajando con igual eficacia por todos los herreros de esta capital las heraduras, que deberían ser 14.000 pares, para completo de las 18.000, con concepto á que van ya en camino 4000. Dificulto mucho que se concluyan todas en el tiempo que usted las pide, pero irán las que se puedan hacer. Ya dije á usted que dividiese en batallanos el número 8, há– galo usted en mozos de confianza y honor, y avíseme para librar· !es los despachos. Ya sabrá usted que Bulnes con su gran plana mayor queda– ba en un calabozo á la salida del correo.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx