La expedición libertadora

143 aunque lo solicite; pero como yo no puedo negarle licencia si la pide como particular, queda á usted la acción de decirle que no hay necesidad de su persona en él, y que tampoco puede dárse– lo sin mi orden, y deje usted que lo solicite aquí. Por lo que usted me dice, debe llegar hoy Vida!, con el nú– mero 8; mándemelo usted al instante, para que tome el mando de un batallón de esclavos que estoy levantando. Después de la formal y muy seria acta celebrada con los di· putadas orientales que se remitió á usted impresa, ha salido el señor Barreiro con que no estaban facultados para avanzarse á tanto, y que sólo debieron contraerse á pedir auxilios; anoche se reunió en mi sala la junta de observación, cabildo y comisión de guerra sobre este incidente desgraciado; y aunque nada se ha r esuelto, creo que todos conformaremos esta noche, en que si no se reconoce el acta no se les deben dar ningunos auxilios. Los orientales en la parte sana desean la unión en toda extensión, pe– ro los Artigas, Barreiros y demás de su parcialidad quieren antes ver perecer el país que reconocerse dependientes del gobierno de las Provincias Unidas. ¡Qué fatalidad! Ya me avisa Trillo que estarán prontos (en esta hora que son las dos de la tarde) para el sábado los 20.000 pesos para usted, pero estamos en la dificultad de encontrar quien los lleve con seguridad. Ha salido á buscar libramientos, y sino se encuentran irán por la posta á todo riesgo. Para el mes próximo y en los primeros días de él, aprontaré á usted otros 20.000, vea usted si encuentra en esa quien se los dé, y gire libramientos á 20 días prefijos de su presentación aquí, á fin de que no vaya usted tan destituido en su caja militar. Haga usted que se forme en esa un exacto resumen de todo lo que ha contribuido esa provincia en dinero, frutos, mulos. caballos, etc., etc., en sostén de ese ejército, porque Chile deberá indemnizarnos de todo con el tiempo, y que se me remita una copia, guardando en esa el original. Adiós, mi amado compañero, estoy formando un derrotero hacia los patagones, para irme con varios amigos, si no salimos bien en la empresa de Chile. Consérvese usted y mande á su invariable y afectísimo. luan Martín. -0-

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