La expedición libertadora

151 dable y dependa de mi arbitrio. Esta noche se tratará sobre la ida de Guido, y si se acuerda por el avenimiento, saldrá sin demora. No hay duda, amigo, en que los DD. nos han de sumergir en el último desorden y en la anarquía. Si no apretamos los pu– ños estamos . amenazados de ver al país convertido en un Argel de hombres con peluca. Me párece muy bien la amistad de O'Higgins, Necochea y Alvarado: son hombres de honor y virtudes públicas: al cuarto no le conozco pero lo supongo de iguales cualidades. En el pen– <:amiento sobre Chile, que también me agrada, se tratará esta noche. Se dice que Artigas después de su total <lestrucción en su territorio, intenta venir, ó se halla ya en Santa Fe, con el fin de ¡¡.Jborotar la campaña y hacernos la guerra. Este hombre corre á su precipicio y yo me preparo á todo.. No contento de haber ¡:erdido el oriente, quiere también concluir con el occidente del Río de la Plata: se engaña si cree que su partido es el que fué en otro tiempo: al hombre que pierde, todos le huyen la cara; y tal va á ser su suerte. Adios, amigo querido: Dios saque á usted con bien para sal– vación del país y gloria de los dos. Suyo, Juan Martín. -0- (79). Buenos Aires, 1~ de febrero 1817. Amigo querido: Tengo las dos cartas de usted de 21 y 24 del corriente, que vinieron por el correo y por extraordinario. Veo por ellas con sumo desconsuelo que al moverse el ejército tenía usted la baja de más de 400 hombres entre enfermos, desertores y estropea– dos por las mulas, á pesar de la precaución de estarlas aman– sando cien milicianos con anticipación de tres meses. Confieso

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