La expedición libertadora

164 (87) Señor don Tomás Godoy. Mi amigo: Mendoza, 19 de mayo de 1816. Con ésta remito un extraordinario para Pueyrredón: todo su objeto es tener con él una entrevista para arreglar el plan que debemos seguir; el tiempo es corto, hay mucho que hacer y las distancias son largas; en tres correos se pasa el invierno y hétele que llega el verano, nada se hace, los enemigos nos frotan y la comedia se acabó á capazos. Desengáñense ustedes, ese ejército para poder obrar como c:orresponde necesita por lo menos un año para organizarse, esto es, con todos los esfuerzos del gobierno, de consiguiente todo este tiempo le damos al enemigo para que nos hostilice y nos acabe; en esta inteligencia es preciso no dejarlo respirar, y que extendamos nuestras miras á un horizonte dilatado. Buenos Aires debe ser el centro de los recursos para este ejército: hay que hacer veinte mil pedidos para él y el aumen– to de reclutas que se está haciendo; tiénese por precisión que hacerse al director que reside en ésa, éste al jefe que está en Bue– nos Aires, este jefe duda ó no lo tiene; contesta, y aquí tiene usted que en un par de contestaciones el tiempo pasa y este ejército se disuelve: ya dije á usted que necesitamos pensar en grande, si no lo hacemos nosotros tendremos la culpa. En fin, si se me concede el que pase a ésa hablaremos: yo hago estos esfuerzos sólo por el bien general, en todo tiempo me quedará el consuelo de haber obrado bien. Ya dije á usted en mi anterior que Chile es nuestro como se haga un pequeño esfuerzo: este país nos proporciona la toma del Perú, sin aquél todos los esfuerzos serán imaginarios: el tiempo por testigo. Memorias á los amigos y se repite suyo su José de Sn. Martín.

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